Estamos viviendo momentos de grandes incertidumbres, cambios y movimientos a todo nivel. La confianza que nos permite el crecimiento se encuentra en crisis. De acuerdo a la encuesta Cerc Mori "Barómetro de la política" (Julio 2016), los resultados de las opiniones de los habitantes de Chile continental son impactantes: un 46% de los encuestados estima que los partidos políticos no sirven para nada; un 44% considera que ningún político tiene futuro; un 51% cree que los partidos políticos no son indispensables para la democracia; un 84% de los chilenos no confía en sus compatriotas; un 56% sabe de personas que consiguen licencias médicas para no ir a trabajar y finalmente un 74% de los chilenos encuestados entre abril y junio 2016 consideran que Chile va en la dirección equivocada.
Me pregunto, ¿confiamos siquiera en nosotros mismos? ¿Qué necesitamos para establecer un entramado social que nos permita confiar y entregar nuestra energía para el crecimiento del país?
"No queremos soluciones parches, queremos cambios profundos y verdaderos", repite la ciudadanía. En efecto, necesitamos implementar un estilo de toma de decisiones que considere no solo la opinión y beneficio de unos pocos, sino que se preocupe de mostrar que son políticas inclusivas y de todas las regiones del país.
Hoy mas que nunca se debe dejar claro que se trabaja por un bien superior que es Chile. Quienes sean capaces de consultar a la ciudadanía, de mostrar transparencia a toda prueba y que tengan estilos de trabajo orientados al consenso y a la sinergia, abiertos a incorporar la diversidad que conforma nuestro país, serán quienes se ganen los votos de confianza de los ciudadanos.
La confianza se construye día a día, recuperemos la capacidad de encontrarnos unos a otros y de ver el pensamiento diferente como una oportunidad de optar a mejores condiciones de vida, mas modernas e inclusivas. La ciudadanía tiene nuevas necesidades y estas aumentarán mientras más avancemos por la vía del desarrollo.
Un país desarrollado, es un país con personas que pueden cuestionar y reflexionar sobre lo que observan, por lo tanto debemos construir liderazgos consultivos y participativos, que consideren las opiniones de todos los chilenos. Llegó el momento de dejar de la lado el privilegio de unos pocos espacios de poder y de abrir las puertas a los cambios que seguirán surgiendo los próximos años. Atrevámonos a escuchar y a comprender "de verdad" al nuevo Chile que nace hoy.