Nuestra Región no ha logrado calar en los liderazgos nacionales dejando una tarea pendiente que nos afecta en ser una voz escuchada en el país. Esto nos impide participar con éxito en las grandes decisiones que pueden favorecer nuestro desarrollo, impulsar la economía local y diseñar y ejecutar proyectos de inversión que contribuyan al fortalecimiento del Biobío.
El pasmoso centralismo que es una de las características que nos asfixian, tiene una vertiente por la cual se pueden alcanzar que las demandas, proyectos y planes anhelados por todos los sectores sociales se cristalicen: la voz de los líderes.
Ello significa un claro reconocimiento a las trayectorias empresariales, sociales, culturales y deportivas y por supuesto políticos, de modo que desde la metrópoli (Santiago), dimensionen que nuestra región tiene carencias de infraestructura, conectividad, energía, integración, ausencia de políticas claras para la unidad étnica, luces sobre las potencialidades de turismo, servicios, que estando presentes, no se pueden expandir de la forma en que quisieran los pequeños y medianos empresarios y emprendedores que con su sacrificio aportan tantos recursos al erario nacional.
Nos hemos quedado rezagados en los liderazgos. Y eso está en abierta discrepancia con los niveles de técnicos y profesionales que se preparan en nuestras Universidades y Centros Técnicos, con el gran bagaje de los educadores que son hilos de oro en la formación del talento humano que por décadas han enriquecido el acervo cultural de la nación.
Pese a ello, no hemos logrado aquilatar en su plena dimensión, esas voces que son faros iluminadores, que nos entregan sentido de pertenencia, que con altruismo empujan a las nuevas generaciones para que tomen la posta de nuestras preocupaciones y las lleven a buen puerto.
Puede ser que algunas veces nos quedemos cortos en poder saber dónde están esas voces, o sencillamente y esto sería lamentable que así fuera, no le damos la importancia de que tienen sus reflexiones.

Así las cosas, sea esta la oportunidad para hacer un llamado fraterno, inclusivo, armonioso para que recuperemos aquellos líderes que nos han dejado un poderoso legado de trabajo sin agotar esfuerzos para la contribución del crecimiento político, económico y social de nuestra Región. Tenemos que volver a apelas a ellos, rodearlos de afecto y cariño, y sacarlos del camino ripioso de las tentaciones políticas que tanta fractura produce y los aísla de la primera fila.

Debemos recuperarlos, y a la par abrirles espacios a los nuevos líderes, en el entendido que una vez posicionados a nivel nacional, la voz de la Región será escuchada y con ello como esperamos llegaran soluciones a muchas de las carencias que hoy tenemos.

 

Claudio Santander Kelly
Presidente Ejecutivo
Grupo de Empresas Masvida