El primer ministro británico, Boris Johnson, ordenó a los ciudadanos de Reino Unido un confinamiento obligatorio en sus domicilios al menos durante tres semanas para frenar la propagación del coronavirus.
La autoridad señaló que desde esta jornada las personas deben quedarse en su casas la mayor parte del tiempo, excepto para comprar artículos de primera necesidad, hacer ejercicio una vez al día, al presentar una emergencia médica y para ir al trabajo en caso de “absoluta necesidad”
“No debes reunirse con tus amigos, si es que lo me piden, debes decir que no”, aseveró Johnson en un discurso público desde su residencia.
Agregó que las fuerzas de seguridad dispersarán cualquier reunión de más de dos personas que no vivan en el mismo domicilio.
Hasta este lunes, Reino Unido tenía 6.650 contagios confirmados y 335 muertes por coronavirus, informó El País.
El mandatario ordenó el cierre de comercios que no sean de primera necesidad, sin embargo, desde la oposición exigieron mayor claridad sobre qué empresas deberán cerrar y qué trabajadores podrán no asistir a sus labores.