El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, defendió la decisión de las fuerzas de seguridad de haber retroceder en un intento de capturar a uno de los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, Ovidio, luego de que pistoleros del cartel desataran tiroteos con armas de grueso calibre e incendiaran autos en la capital del estado norteño de Sinaloa.

“Estaban en riesgo muchos ciudadanos, muchas personas, muchos seres humanos. Se decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso“, aseguró el jefe de Estado cuando fue cuestionado por su decisión.

En relación de las críticas sobre una falta de planeación, AMLO insistió que “no puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas”.

La versión oficial que fue comunicado por el Secretario de Seguridad del Gobierno Federal, Alfonso Durazo, señala que Guzmán fue dejado en libertad para “proteger vidas”, al verse superados por fuerzas del crimen organizado.

El mandatario mexicano aseguró que su administración cambió la estrategia respecto al combate del narcotráficos porque “no queremos la guerra”, agregando que “la anterior estrategia convirtió al país en un cementerio, lo he dicho una y mil veces. Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho”.

“No hay impunidad porque no hay contubernio entre delincuencia y autoridades”, agregó AMLO y descartó que los equipos de seguridad hayan sido débiles. En ese sentido, además descartó que los uniformados hayan recibido dinero o incentivos de parte de los miembros de carteles.

Por horas, Culiacán, capital del estado mexicano de donde se realizó el operativo, fue escenario de intensos tiroteos y bloqueos viales tras la localización de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de “El Chapo”, quien está preso en Estados Unidos cumpliendo una condena a cadena perpetua.