La oposición demócrata es favorita para ganar la Cámara Baja, lo que sería una dura derrota para el Presidente. Sin embargo, los republicanos mantendrían su mayoría en el Senado. Según CNN, 7 de cada 10 electores pretende enviarle un mensaje a Trump con su voto.
Son consideradas como una de las elecciones legislativas más polarizadas de los últimos años en Estados Unidos. Los comicios de medio mandato de este martes están marcados por un tenso clima electoral, un histórico número de candidatas y por un Presidente que hace campaña como si su puesto estuviera en juego.
Los electores estadounidenses renovarán la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes, en manos de los republicanos desde 2010. El partido de Trump goza actualmente de una cómoda mayoría de 236 escaños contra 193 demócratas (hay seis vacantes). Para recuperar el control de la Cámara, los demócratas deben ganar al menos 25 bancas adicionales.
Los sondeos anticipan que los demócratas se impondrán en la Cámara Baja, algo que no logran desde 2006. Aunque no será fácil, porque se espera una lucha muy cerrada por 39 escaños. Según el resumen de encuestas de Real Clear Politics, los demócratas tendrían aseguradas 202 bancas, frente a 194 de los republicanos.
En el Senado, que cuenta con 100 bancas, se disputan sólo 35 escaños. Los republicanos gozan de una ajustada mayoría, de 51 contra 49. Pero la disputa electoral se anticipa difícil para los demócratas, pues deben defender 26 bancas, seis de las cuales se ven amenazadas, contra solo nueve de los republicanos. Los demócratas no controlan el Senado desde 2010, cuando gobernaba el Presidente Barack Obama.
En estos comicios se renuevan, además, prácticamente todos los parlamentos locales, los gobernadores de 36 estados, así como numerosos cargos (alcaldes, jueces, fiscales y sherifs). Los electores también se pronuncian por una cantidad de iniciativas locales y enmiendas. A continuación las claves de estos comicios:
Tradicionalmente estas elecciones son consideradas una suerte de referendo sobre la gestión del mandatario de turno y Donald Trump no es la excepción. “De cierta forma, estoy en el voto”, dijo el mandatario este lunes a través de un mensaje telefónico para 200 mil partidarios. “La prensa lo está considerando como un referendo sobre mí”, añadió.
Según los analistas, Trump es el Presidente que más se ha movilizado durante una campaña legislativa. “Votar por Marsha es, de hecho, votar por mi”, declaró Trump en Tennessee, junto a la candidata republicana al Senado, Marsha Blackburn. Es que el temor de una derrota en estas elecciones lo ha llevado a vincular su mandato con el de los candidatos republicanos. En menos de una semana, realizó actos de campaña en ocho estados.
En enclaves conservadores como Kansas o Carolina del Sur, los aspirantes republicanos no tienen motivos para distanciarse del Presidente, muy popular entre el electorado local. Pero en las circunscripciones donde la pelea entre republicanos y demócratas es cerrada, Trump puede ser un factor decisivo. Los candidatos de su partido han concentrado su campaña en el crecimiento económico, mientras que los demócratas se enfocan en las polémicas políticas migratorias, de salud o comercio que impulsa el mandatario.
Una encuesta de la cadena CNN apuntó que siete de cada 10 votantes estima que cuando deposite su voto estará pensando en enviar un mensaje sobre el Presidente Trump.
Dependiendo de lo que ocurra en las elecciones de este martes, los analistas esperan un cambio de gabinete en el gobierno en los próximos días. Entre los nombres que podrían salir de la administración, según el sitio web Político, se encuentra el secretario de Defensa, Jim Mattis y el fiscal general Jeff Sessions.
Por otro lado, se especula que si los demócratas toman el control de la Cámara Baja, aumenta considerablemente la posibilidad de que se inicie un impeachment contra Trump. También encabezarían las comisiones parlamentarias que podrían ahondar las investigaciones sobre la presunta colusión entre el equipo de campaña de Trump y Rusia durante la carrera presidencial de 2016.
Esto se podría ver impulsado por el reporte de la investigación que se espera que el fiscal especial Robert Mueller dé a conocer esta semana, de acuerdo con CNN.
En todo caso, como se espera que los republicanos mantengan el control del Senado, no existe riesgo de bloqueos ante eventuales nombramientos de Trump a la Corte Suprema, el sistema judicial federal o cargos ejecutivos, debido a que la Cámara Alta tiene la última palabra para confirmar esas designaciones. En caso que los republicanos mantengan el control del Congreso, un juicio político a Trump es improbable.
“No hay razón para seguir hablando sobre la economía del país, mientras hay una crisis en la frontera”, dijo Trump en un acto de campaña en Montana, hace una semana.
Según un sondeo del diario The Washington Post y ABC News , el 71% de los votantes registrados sienten que la economía está en “buen” o “excelente” estado y un 44% le da una positiva aprobación al trabajo del mandatario. Un factor que puede ser determinante para los republicanos en los comicios de este martes.
En esta campaña la “guerra comercial” en que se embarcó Trump, la renegociación de tratados internacionales, el sólido crecimiento económico y el pleno empleo, han sido uno de los temas centrales de la contienda.
El Partido Demócrata ha hecho hincapié respecto de las reformas que se podrían realizar si los republicanos afianzan su control en el Congreso. En este sentido, los demócratas han señalado que se destruirá la cobertura de salud, un asunto central debido a que en Estados Unidos no existe un sistema sanitario universal.
La reforma que impulsó el Presidente Barack Obama permitió a millones de personas acceder a cobertura sanitaria, y Trump no ha podido cumplir con su promesa de campaña de acabar con el sistema conocido como “Obamacare”. En este sentido, los republicanos han prometido que garantizarán que las personas con enfermedades crónicas tengan acceso a un seguro de salud asequible. “Es mentira”, dijo Obama el viernes.
Las estadísticas revelan que las elecciones de medio mandato no tienen una gran participación. Así, según las cifras de la Oficina del Censo, solo el 41,9% de los electores acudió a las urnas en las legislativas de 2014, contra 61,4% que participó en los comicios nacionales (presidenciales y legislativas) de 2016. No obstante, en esta ocasión la participación podría batir récords, debido a la fuerte movilización de los opositores a Trump, especialmente entre los jóvenes. Según la cadena CNN, hasta ahora han votado 31 millones.