El mandato del presidente chino Xi Jinping podría extenderse hasta un tercer período

26 de Febrero 2018 | Publicado por: Rodrigo Escobar - La Tercera
Fotografía: Xi Jinping Referencia

El Partido Comunista (PC) chino ha propuesto un cambio en la Constitución para eliminar el artículo que estipula que el presidente y vicepresidente deben servir “no más de dos mandatos” y, por lo tanto, permitir a Xi Jingping extender su presidencia por sobre la República Popular de China y más allá del año 2023, cuando termina su gestión de 10 años.

Analistas como Willy Nam, de la Universidad de Hong Kong, aunque esperaban este movimiento del PC chino, no esperaban que ocurriera tan pronto y afirman que Xi logró su propósito. “Creo que se va a convertir en emperador vitalicio y en el Mao Zedong del siglo XXI“, declaró Lam en la France Presse.

Lo anterior ocurriría, añadió Lam, “si su salud se lo permite y si desea seguir en el poder 20 años, esto es, hasta 2032, como secretario general del Partido y hasta 2033 como Presidente del Estado”. En 15 años más, Xi tendrá 79.

El “Gran Timonel” y el fundador de la República Popular, Mao Zedong, fue el máximo líder chino por 27 años, hasta su muerte en 1976, desde que las fuerzas comunistas llegaron al poder en 1949. Después de Mao y del líder reformista de la economía china Deng Xiaoping, Xi se convirtió en el tercer líder del partido que logró que su nombre se incorpore a los estatutos del PC chino, cuando en octubre de 2017 su nombre fuera elevado e incluido por su “pensamiento para la nueva era del socialismo con características chinas”.

En el último año de su primer mandato, desde que accedió a la presidencia en 2013, el actual gobernante será reelegido en términos formales para su segundo periodo en la reunión anual del Parlamento chino, fechada para el próximo 5 de marzo. Para entonces se espera que la propuesta del partido obtenga la aprobación. Cabe agregar que los límites de dos mandatos de los funcionarios chinos han sido implementados desde 1982, año en que se abolió el liderazgo de por vida.

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Hegemonía

El tercer mandato de Xi, para el director del Observatorio de la Política China Xulio Ríos, “ya se intuía a la vista del resultado del XIX Congreso del PC chino que no estableció un sucesor claro”. La extensión del mandato y su justificación, señaló Ríos en La Tercera, “tiene que ver con las tareas diseñadas en el congreso, las dos zancadas (2035 y 2050) que deben llevar a China a la cima del poder mundial”.

En todo caso, aclaró Ríos, “un tercer mandato no es lo mismo que la permanencia de por vida en el poder como ocurría prácticamente durante el maoísmo”. En ese sentido, el experto agregó que “en cualquier caso es una manifestación de los riesgos que encara la política china”, agregó Xulio Ríos.

“Desde su llegada a la cabeza del partido, en 2012, Xi Jinping concentra todos los poderes como ningún otro líder chino había hecho en los últimos 25 años”, recalcó el corresponsal de France Presse en Beijing, Patrick Baert. Sus predecesores, Jiang Zemin y Hu Jintao, sólo se mantuvieron por diez años, respectivamente, desde 1993 y 2003.

El círculo cercano de Xi Jinping

En octubre pasado también quedó conformada la nueva estructura del Comité Permanente del Politburó, el organismo más importante después del Secretario General Xi Xinping, compuesto por él mismo y otros seis miembros. De éstos últimos, a excepción del premier Li Keqiang y del reformador Wang Yang, todos forman parte del círculo de Xi.

Los analistas también destacan que Xi debería lograr que otro de sus cercanos, Li Zhanshu, sea el titular de la Asamblea Nacional Popular. Li es considerado como la “eminencia gris” del mandatario y en octubre escaló a “número tres” del régimen, detrás del Presidente y de Li Kekiang (ver infografía).

En lo que podría ser otro quiebre de la tradición, según The New York Times, Wang Qishan podría asumir la vicepresidencia. Se trata del “zar anticorrupción”, hombre de máxima confianza de Xi, persona que ha encabezado la lucha contra las “deslealtades” partidistas y cuya razia le ha costado la carrera política a 250 altos cargos chinos, como Bo Xilai.

El experto Jude Blanchette, citado en el Washington Post, advirtió que “desafortunadamente, esto significa que China, al igual que la Unión Soviética en su momento, no ha podido resolver el problema de la sucesión institucionalizada. Las posibles ramificaciones para el mundo son enormes”.