A las 15:00 horas de ayer, miércoles 14, un exalumno de la secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland —a 80 kilómetros de Miami, EE.UU— abrió fuego contra sus excompañeros y luego en las afueras de la escuela. Como resultado de este tiroteo murieron 17 personas, al menos, además de 50 que quedaron heridos. Es, por ello, el tiroteo N°18 registrado en Estados Unidos desde comienzos de 2018, y la segunda mayor matanza escolar en la historia del país, sólo superada por lo ocurrido en Sandy Hook.
Se trataba de Nikolas Cruz, un joven de 19 años y de origen hispano que había sido expulsado del complejo educacional mencionado, quien actuó en solitario. Tras su detención, según la prensa local, se confirmó que fue exmiembro del programa de entrenamiento para reservistas del Ejército norteamericano y que habría exhibido sus armas a través de una cuenta de Instagram que luego fue borrada.
En relación a lo anterior, también se informó sobre incidentes previos que envolvían a Cruz durante su estadía en Marjory Stoneman Douglas. Jim Gard, profesor de matemáticas del lugar, aseguró que “Nos dijeron el año pasado que no le permitían entrar al recinto escolar con mochila”. Gard señaló, además, que “Hubo problemas con él el año pasado, amenazó a otros estudiantes y creo que le pidieron que se marchara del recinto”.
Robert Runcie, superintendente del distrito escolar del condado, afirmó que no habían recibido advertencias de su caso en la secundaria. Otro alumno, citado en el diario web The Daily Beast de Miami, describió que “Nunca lo vi con muchas personas. Las niñas pensaban que era raro. Era muy pálido y tenía el pelo rojo. No hablaba mucho con él, pero puedo decir que no era un chico simpático. Se vestía mucho de negro y siempre estaba solo”.
Una estudiante señaló en CBS News que evacuaron apenas escucharon. Efectivamente, imágenes de televisión muestran el esfuerzo de los estudiantes por escapar de las balas. “Estaban muy asustados y casi en estado de shock cuando salieron”, declaró Christine Hunschofsy, la alcaldesa de Parkland. Asimismo, los padres de los estudiantes, al recibir mensajes alarmantes de sus hijos, acudieron rápidamente al establecimiento, donde ya se encontraban ambulancias y rescatistas que sacaban a los heridos.“Es un día horrible para nosotros”, manifestó a CNN el superintendente Runcie.
“Mis plegarias y condolencias a las familias de las víctimas del terrible tiroteo en Florida. Ningún niño, profesor o nadie más debiese sentirse inseguro en una escuela estadounidense”, manifestó por Twitter el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Parkland, ciudad con más de 20 mil habitantes a las afueras de Boca Ratón, había sido declarada la ciudad más segura del Florida en 2017. El colegio tenía poco más de 3.100 alumnos, muchos de los cuales eran de origen hispano y, principalmente, venezolano.
Everytown for Gun Safety, organización sin fines de lucro que promueve el control de armas, subrayó que desde enero de 2013 “ha habido al menos 238 tiroteos en escuelas en todo el país, lo que promedia una escuela por semana”. Este nuevo evento, se espera, reabriría el debate de posesión y uso indiscriminado de armas en EE.UU., además de la seguridad al interior de los complejos escolares.