La reforma fiscal estadounidense pasó este miércoles la etapa decisiva del Senado, abriendo la vía a una gran victoria política del Presidente Donald Trump, pese a que aún sea necesario un último voto técnico en la Cámara de Representantes del Congreso.
El Senado, de mayoría republicana, aprobó el texto de reforma fiscal y de baja de los impuestos por 51 votos contra 48. Todos los legisladores republicanos presentes votaron a favor, mientras que la oposición demócrata se opuso de forma unánime.
Pero los senadores demócratas hicieron modificar tres artículos menores que violan, según ellos, las reglas de procedimiento senatorial, especialmente un artículo del senador conservador Ted Cruz que habría autorizado a los padres que escolaricen a sus hijos en sus domicilios a aprovecharse de ventajas fiscales reservadas a la enseñanza superior.
Las dos cámaras del Congreso deben adoptar textos idénticos, por lo cual con las modificaciones el proyecto del Senado volverá este miércoles a la Cámara de Representantes, que había aprobado la reforma fiscal el martes. Esta nueva revisión de los representantes no debería cambiar el resultado de la votación ya realizada.
“¿Qué importa? Estamos muy contentos de poder votar dos veces la baja de impuestos”, respondió con ironía el legislador republicano Kevin Brady consultado por Fox News. El texto final que el Congreso está a punto de enviar para la firma del Presidente Trump es un compromiso entre las versiones adoptadas por cada cámara en noviembre y diciembre.
La reforma se aplicará desde 2018, tanto para las empresas como para los particulares.