El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sentenció hoy que las autoridades nacionales pueden exigir licencia de taxi a la compañía estadounidense Uber, al considerar que se trata de una empresa de transporte y no de una plataforma digital para poner en contacto a conductores y viajeros.
La sentencia, ante la que no cabe recurso, responde a una cuestión prejudicial cursada por un juzgado de Barcelona a partir de una denuncia por presunta competencia desleal presentada en 2014 por la asociación catalana de taxistas Elite Taxi Barcelona contra esa plataforma estadounidense.
“El Tribunal de Justicia estima que debe considerarse que este servicio de intermediación forma parte integrante de un servicio global cuyo elemento principal es un servicio de transporte y, por lo tanto, que no responde a la calificación de ‘servicio de la sociedad de la información’, sino a la de ‘servicio en el ámbito de los transportes’”, según indicó el TJUE en un comunicado.
La máxima instancia administrativa de la UE considera que son los Estados miembros los que deben “regular las condiciones de prestación de estos servicios, siempre que se respeten las normas generales del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea”.
El portavoz de Uber declaró a EFE que el fallo “llega con un desfase de tres años”, ya que responde a un requerimiento realizado en 2014 por un juez de Barcelona a instancias de una asociación profesional de taxistas en relación a un modelo de negocio que la empresa estadounidense cambió en marzo de 2016.
“La sentencia ahora no tiene ninguna implicación práctica para la operativa de Uber en España”, afirmó Fernández Castillo en referencia a que la compañía funciona desde 2016 con un modelo de negocio basado en las licencias VTC, para vehículos con conductor.
Pese a ello, el portavoz de Uber tendió la mano al Estado español para “regular el servicio de Uber, pero sobre la base de los intereses generales y no sólo de algunos”.