Tres días después de que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, las consecuencias no sólo se han manifestado a través de los choques entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes, sino que también a nivel diplomático. Porque la anunciada gira que el vicepresidente Mike Pence realizará a la región a mediados de mes se ha visto empañada por la negativa de algunos líderes a reunirse con él.
En octubre pasado la Casa Blanca anunció que Pence realizaría una visita a Israel, Cisjordania y Egipto durante la festividad judía de Hanukkah (que se celebra desde la tarde del 12 de diciembre a la tarde del 20 diciembre). En esa oportunidad se anunció que se reuniría con el Presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi; el premier israelí, Benjamin Netanyahu, y el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas.
Pero respecto a este encuentro, Abbas, a través de un consejero diplomático, señaló ayer que no se iba a llevar a cabo. “Con esta decisión sobre Jerusalén, Estados Unidos ha traspasado todas las líneas rojas” subrayó Majdi al Jalidi en entrevista con la agencia France Presse.
Por su parte, el papa Tawadros II de la iglesia copta ortodoxa de Egipto anuló un encuentro con Pence alegando que la decisión de Washington “desprecia los sentimientos de millones de árabes”.
Por otro lado, los ministros de Asuntos Exteriores árabes se reunieron ayer en El Cairo para abordar la decisión de Trump. Asimismo, fuentes de la Liga Árabe, consultadas por EFE, indicaron que el canciller palestino Riad Al Malki también se reunirá antes de la sesión con el secretario de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit y con el ministro de Asuntos Exteriores saudita, Adel al Yubeir, para intentar coordinar una postura común y consensuar el documento final.
Los países árabes y la organización pan árabe han condenado el paso dado por Trump, que han calificado como una violación de la legislación internacional y un revés al proceso de paz entre israelíes y palestinos. Asimismo han mostrado su temor de que pueda contribuir a una mayor desestabilización de la región.
Por otro lado, una fuente de la presidencia turca dijo, a la agencia Reuters, que el mandatario Tayyip Erdogan y su par francés, Emmanuel Macron, colaborarán en las tratativas para persuadir a EE.UU. a reconsiderar la medida. En todo caso, Netanyahu, que ayer viajó a París y Bruselas, se reunirá hoy con Macron. “No aceptaré un doble estándard de ellos. Escucho voces que condenan a Trump, pero no el lanzamiento de cohetes”, dijo Netanyahu.
Mientras, en Jerusalén Oriental, Cisjordania y Gaza la tensión entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes persistió ayer por tercer día consecutivo. Dos militantes de Hamas murieron en un bombardeo israelí en Gaza, después de que un cohete alcanzara una localidad en Israel. Así, la cifra de muertos en la Franja subió a cuatro. El Ejército israelí dijo que había respondido al lanzamiento de un cohete, atacando cuatro instalaciones que pertenecían a Hamas en Gaza.
Ayer se volvieron a registrar enfrentamientos en 20 localidades en Cisjordania y en Jerusalén Oriental, aunque no fueron tan extendidas como en los días previos, según señaló el diario The Washington Post.
En Belén, señaló el diario Haaretz, unos 600 palestinos quemaron neumáticos, lanzaron piedras y bombas molotov a las Fuerzas de Defensa Israelí. Al menos 140 palestinos quedaron heridos tanto en Cisjordania y Jerusalén Oriental, mientras que otros 20 heridos se registraron en Gaza en la jornada de ayer, según reportó el periódico. Mientras que cuatro soldados israelíes también quedaron heridos tras choques en Jerusalén Oriental.
También se reportó que un bus que viajaba a Tel Aviv fue golpeado por piedras y tres israelíes quedaron levemente heridos.