Aunque no dan a conocer detalles explosivos, los cerca de 2.800 documentos desclasificados sí dan cuentan del confuso rol de la CIA, así como de la preocupación del FBI ante la posibilidad de que el público no creyera que Lee Harvey Oswald era el asesino de Kennedy. Los archivos también muestran las dudas del Kremlin sobre los autores y sus sospechas de Lyndon Johnson.
1-. El confuso rol de la CIA y la preocupación de Hoover
En los archivos desclasificados aparece una declaración efectuada ante la Comisión sobre Actividades de la CIA, en 1975, por el ex director de esa agencia Richard Helms, en la que fue interrogado sobre si su institución estuvo involucrada en el asesinato de John F. Kennedy, ocurrido el 22 de noviembre de 1963, en Dallas. “Bueno, ahora, el área final de mi interrogatorio se relaciona con las acusaciones de que la CIA estuvo de alguna manera involucrada conspiratoriamente con el asesinato de Kennedy. Durante el tiempo de la Comisión Warren, usted era el director adjunto de Planes, ¿es correcto?”, preguntó David Belin, abogado de la comisión. Después de que Helms respondió que sí, Belin consultó: “¿Hay alguna información relacionada con el asesinato de Kennedy que de alguna manera demuestre que Lee Harvey Oswald era, de alguna manera, agente de la CIA o agente…”. Entonces, de improviso, el documento se interrumpe.Durante el caos que siguió al asesinato de JFK y posterior muerte de Oswald el director del FBI, J. Edgar Hoover, mostró su preocupación ante la posibilidad de que el público buscara teorías conspirativas y no creyera que Oswald era el verdadero asesino, según revelan los archivos. “Lo que más me preocupa, y también (al fiscal general adjunto Nicholas) Katzenbach, es contar con algo para convencer al público de que Oswald es el verdadero asesino”, escribió Hoover en un memo de noviembre de 1963.Hoover también consignó que la noche anterior a la muerte de Oswald, la oficina del FBI en Dallas recibió una llamada de un hombre “hablando con voz tranquila que decía ser miembro de un comité organizado para matar a Oswald”. Hoover dijo que envió la advertencia a la Policía de Dallas, que le aseguró que Oswald tendría “suficiente protección”. “Sin embargo, esto no se hizo”, apuntó. Jack Ruby le disparó al día siguiente. Apenas unas horas después, Hoover emitió un memo diciendo que esperaba que Oswald confesara en el hospital antes de su muerte, y expresó su frustración de que “el FBI nunca obtuvo esa confesión”.
2-, El periodista alertado de una “gran noticia”
Veinticinco minutos antes de que Kennedy fuera asesinado, un periodista del diario Cambridge News, en Inglaterra, recibió un llamado anónimo alertando sobre una “importante noticia” que se produciría en EE.UU. “La persona que llamó solo dijo que el periodista debía llamar a la embajada de EE.UU. en Londres para recibir algunas importantes noticias y luego colgó”, se lee en un memo del subdirector del FBI James Angleton. “El punto importante es que la llamada se hizo, según los cálculos del MI5, unos 25 minutos antes de que dispararan al presidente”, señala el reporte. El Servicio de Seguridad británico informó que llamadas similares anónimas de “naturaleza extrañamente casual” se hicieron en todo el Reino Unido ese año.
3-. El encuentro secreto del asesino con agente del KGB
Dos meses antes de la muerte de JFK, Lee Harvey Oswald se reunió en secreto en la embajada soviética en Ciudad de México con el cónsul Valeriy Vladimirovich Kostikov, según los archivos del FBI. Un documento de la CIA describe a este último como “un oficial de caso en una operación que evidentemente está patrocinada por el 13° Departamento del KGB (responsable de sabotajes y asesinatos)”.Los documentos también muestran que los agentes del FBI fueron interrogados por un comité del Senado por no haber detenido a Oswald después de su visita de seis días a México. Pero los archivos revelan que el FBI estaba tratando de rastrear a Oswald antes del asesinato, luego de que fuentes cubanas dijeran que era de su interés. Oswald se contactó telefónicamente con la embajada soviética el 1 de octubre de 1963. “Hablaba un mal ruso (…) y le preguntaba al guardia que contestó el teléfono si había ‘algo nuevo sobre el telegrama a Washington’”, detalla uno de los archivos.Un memo del ex director del FBI, J. Edgar Hoover, cita a una fuente dentro de la URSS diciendo que la noticia de la muerte de JFK provocó “gran conmoción y consternación y las campanas de las iglesias se tocaron en la memoria de Kennedy”. Y es que su asesinato alimentó el temor en el Kremlin de que un Ejército norteamericano en pánico los culpara del incidente, y que “sin un liderazgo, algún general irresponsable en EE.UU. podía lanzar un misil contra la Unión Soviética”. Además, el memo de Hoover muestra que los soviéticos creían que la muerte de JFK formaba parte de una “conspiración bien organizada por parte de la ‘ultraderecha’ en EE.UU. para llevar a cabo un ‘golpe’”. Los funcionarios del Partido Comunista soviético estaban “convencidos de que el asesinato no era obra de un solo hombre”, señala.Según los documentos, los soviéticos veían a Oswald como un “loco” que visitó Rusia, pero al cual se le negó una estadía más larga, porque era “mentalmente inestable”.
4-. Sospechas del Kremlin sobre Johnson
Más de tres años después del asesinato de Kennedy, Hoover envió un memo a la Casa Blanca que resumía la información contenida en los archivos de FBI sobre cómo el gobierno soviético respondió a la muerte de mandatario.En un pasaje del memo de Hoover, fechado el 2 de diciembre de 1966, se destaca que Lyndon B. Johnson, el sucesor de Kennedy, era considerado “virtualmente un desconocido por el gobierno soviético”, y que sus agencias de inteligencia sospechaban de su participación en el asesinato de JFK. “Nuestra fuente agregó que ‘ahora’ el KGB estaba en posesión de datos que pretenden indicar que el Presidente Johnson fue responsable del asesinato del fallecido Presidente John F. Kennedy”, señala el documento.Debido a esta sospecha, el KGB estaba investigando la “relación personal” entre Lyndon B. Johnson y los miembros de la familia Kennedy, particularmente Robert y Edward “Ted” Kennedy.
5-. Oswald y Ruby juntos en Florida
Quizá uno de los archivos más enigmáticos es el que revela el encuentro que Lee Harvey Oswald y su asesino, Jack Ruby, mantuvieron en las semanas previas a la muerte de Kennedy. Ambos fueron vistos juntos en el aeropuerto Key West de Florida en 1963 y se les escuchó hablar en código sobre “Big Bird”, según los documentos. Oswald y Ruby formaban parte de un grupo de 30 o 40 personas “con aspecto de hippies” que se dirigían a Cuba para cortar caña de azúcar, declaró el gerente del aeropuerto, George Faraldo, a los investigadores.Faraldo dijo que en un momento dado, vio a Oswald acercarse a Ruby y preguntarle: “¿Ya has escuchado algo del Big Bird?”.Ruby, cuyo verdadero nombre era Jacob Rubenstein, mató a tiros a Oswald, de 24 años, dos días después del asesinato de JFK. Un informante dijo al FBI que Ruby tenía “una buena llegada” con las autoridades policiales de Dallas. El asesino de Oswald solía servirles alcohol gratis en sus clubes.
6-. Primeros dardos contra un policía
Después de que Kennedy fuera asesinado en Dallas, las primeras sospechas apuntaron a un oficial de la policía de la ciudad, revelan los nuevos archivos desclasificados.En una nota enviada al FBI, un informante identificó al oficial J.D. Tippit como el asesino de JFK. Y agrega que la información provenía de personas previamente activas en el Comité Fair Play for Cuba.Tippit estaba en su patrulla buscando al asesino de JFK cuando detuvo a Oswald, mientras caminaba por Patton Avenue en Dallas. Cerca de 45 minutos después de la muerte de Kennedy, el oficial fue abatido a tiros por Oswald.El archivo también dice que una semana antes del asesinato, Tippit, presunto jefe de la derechista Sociedad John Birch en Dallas, y un tercero que posiblemente era Oswald, se conocieron en el club nocturno de Jack Ruby.El líder soviético Nikita Khrushchev creía que el Departamento de Policía de Dallas había sido un “accesorio” para el asesinato de JFK, según notas de la CIA de 1964.
7-. La charla en un bar de N. Orleans
Al menos una semana antes del asesinato de JFK, Robert C. Rawls escuchó una conversación en un bar de Nueva Orleans en la que un hombre apostó US$ 100 a que el presidente estadounidense estaría muerto en tres semanas, según un memo de un agente del Servicio Secreto que entrevistó a Rawls.Según los documentos, Rawls no recordaba cómo era el hombre ni siquiera el nombre del bar. “(Rawls) informó que, en ese momento, no le prestó atención al hombre porque pensó ‘era solo una conversación de borrachos y un hombre ebrio apostaría a cualquier cosa’”, recordó el agente en el memorando.De hecho, Rawls “admitió estar un poco ebrio en ese momento y señaló que el hombre también estaba intoxicado”. “Sin embargo, después de los disparos contra el presidente, dijo que se le había ocurrido que el comentario podría haber tenido sentido y pensó que esto debería ser informado a las autoridades”, detalla el documento.
8-. “Castigo” por muerte de Diem
Mientras la Unión Soviética expresaba sus sospechas sobre Lyndon B. Johnson, el sucesor de John F. Kennedy tenía su propia hipótesis respecto del asesinato de John F. Kennedy. El director de la CIA, Richard Helms, que sirvió durante las administraciones de Lyndon B. Johnson y Richard Nixon, afirmó en abril de 1975 que Johnson solía afirmar que la muerte de Kennedy era un acto de venganza extranjera, según muestran los documentos. “Johnson solía andar diciendo que la razón por la que Kennedy fue asesinado era porque había asesinado al presidente Diem. De dónde sacó esta idea, no lo sé”, dijo Helms en una declaración. El líder de Vietnam del Sur, Ngo Dinh Diem, fue arrestado y asesinado en 1963 durante un golpe respaldado por EE.UU., en el que también falleció su hermano. En el libro The Kennedy Assassination Tapes, de Max Holland, se menciona que Johnson afirmó que Kennedy murió por “castigo divino”.