Al kirchnerismo le sigue lloviendo sobre mojado, porque a tres días de perder en las elecciones legislativas, ahora enfrentan otro duro golpe. La Cámara de Diputados retiró hoy la inmunidad al diputado Julio De Vido, el hombre fuerte de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015), a quien se lo investiga en la causa Río Turbio, por la presunta defraudación de casi 280 millones de pesos (US$ 16 millones) en esa mina de carbón. Tras adoptarse la medida, el ex ministro quedó preso.
Luego de terminar la votación en la Cámara Baja -en la que 176 legisladores oficialistas y de la oposición, incluida una diputada kirchnerista, aprobaron el desafuero de De Vido– efectivos de la Gendarmería Nacional ingresaron al edificio de Avenida del Libertador 2277 donde reside el diputado para notificarlo. Sin embargo, en ese momento no estaba en el lugar. Ello, porque alrededor de las 15:00 él mismo se presentó en los tribunales de Comodoro Py para entregarse ante el juez Luis Rodríguez.
De acuerdo con el diario Clarín, De Vido, fiel a su estilo y carácter, se negó a declarar. Eso sí, respondió con su habitual ironía: “Mándenle champagne a la doctora (Elisa) Carrió”, una de sus mayores enemigas. La diputada, aliada de Mauricio Macri contraatacó: “Que no me manden, no tomo alcohol”. Además, no quiso que por ningún motivo lo mostraran con chaleco antibala y casco, como ha ocurrido con otros funcionarios kirchneristas procesados.
Según explicó Clarín, se decidió que, por su diabetes, el superpoderoso ex ministro K pasará las primeras 48 horas en el Hospital Penitenciario de Ezeiza, ya que es insulino dependiente. Allí, le realizarán un examen médico y se definiría si irá al penal de Marcos Paz o si permanecerá en el de Ezeiza.
Clarín señaló que la detención de De Vido es un “golpe simbólico e histórico al entramado de negocios con denuncias de corrupción del kirchnerismo. Así, pone al descubierto la corrupción que cruzó durante 12 años al Ministerio de Planificación Federal” que dirigió. Ya se encuentran detenidos también su ex mano derecha, Roberto Baratta, y los ex secretarios Ricardo Jaime y José López.
“Ya no hay impunidad ni privilegios para nadie”, apuntó la gobernadora macrista de la provincia de Buenos Aires, M. Eugenia Vidal.
Amigo de Kirchner
De Vido, de 67 años, arquitecto de profesión, trabajó como dibujante en los 70, época en la que se acercó al peronismo. En 1982 conoció a Néstor Kirchner en la provincia de Santa Cruz, con quien entabló una estrecha amistad. Cuando Kirchner asumió la alcaldía de Río Gallegos, De Vido se convirtió en director de obras públicas de la provincia, y cuando el fallecido ex Presidente fue electo gobernador (1991-2003), asumió como ministro.
De esta manera, cuando Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada en 2003, fue natural su nombramiento como superpoderoso ministro de Planificación.
De Vido manejó millones de dólares a su antojo. Por eso, fue mucho más que un ministro. Ahora, muchos en Argentina sindican que Cristina Kirchner podría correr la misma suerte que su ministro a pesar de haber sido electa senadora el domingo. En un intento por desmarcarse, CFK dijo recientemente que no pone “las manos en el fuego por De Vido, ni por nadie”.
Ante su inminente caída en desgracia, De Vido no votó el domingo y pasó el fin de semana en su parcela en las afueras de Buenos Aires rodeado de su familia, sus abogados y sus palomas mensajeras.
“El Plan de Obras Públicas de Infraestructura ejecutado desde 2003 es el más grande llevado a cabo en la historia de Argentina”, se defendió De Vido.