Amenazó que la enviaría a la cárcel si es que llegaba a ser Presidenta. La frase “enciérrenla” se convirtió en prácticamente un eslogan en sus eventos de campaña. Le dijo que debería “avergonzarse” de sí misma” y aseguró que no “debemos permitir que ella lleve su esquema criminal al Salón Oval”. Durante la contienda electoral, Donald Trump no dejó pasar el escándalo protagonizado por Hillary Clinton, tras conocerse que utilizó su correo personal cuando era secretaria de Estado, y aprovechó este tema para atacar a su rival demócrata.
“Está mintiendo”, dijo Trump en uno de los debates. “¿Y los emails de Hillary?”, cuestionó en otra ocasión. “¿Cómo alguien con tan mal juicio puede ser Presidente?”, señaló. Incluso, ya como mandatario, pidió al Departamento de Justicia que volviera a investigar el caso.
La ex jefa de la diplomacia estadounidense vio opacado su camino a la Casa Blanca precisamente por ese escándalo. Y se convirtió en su verdadera pesadilla. Todo comenzó durante 2015, cuando el diario The New York Times publicó un artículo en el que afirmaba que Hillary usó su cuenta privada para asuntos estratégicos y que por esta razón podía haber violado los protocolos. Según el periódico, había alarmado a funcionarios debido a la información clasificada contenida en ellos.
Pero el caso de los emails de la ex secretaria de Estado tomó fuerza el año pasado cuando WikiLeaks reveló parte de su contenido en plena campaña y justo en momentos en que el FBI indagaba a la candidata por este asunto. A pesar de que en julio de 2016 investigadores concluyeron que Clinton no había incurrido a ningún delito que justificara su imputación, a fines de octubre y sólo a pocos días de las elecciones, el entonces director del FBI, James Comey, anunció que reabría la investigación, que concluyó poco después. Según la ex primera dama, ese anuncio fue una de las grandes razones de su derrota electoral.
Ahora, irónicamente, el tema parece afectar al propio círculo de Trump. Según reveló el mismo The New York Times el lunes, al menos seis de los asesores más cercanos al mandatario usaron ocasionalmente su correo personal para discutir asuntos gubernamentales, según el testimonio de funcionarios y ex funcionarios. Frente a ello, Hillary Clinton criticó ayer, en una entrevista radial, “la hipocresía de este gobierno, que sabía que no había escándalo y que no había base para toda su hiperventilación”.
La noticia de los correos de los asesores de Trump estalló luego que el portal Político informara que el asesor y yerno de Trump, Jared Kushner, habría discutido asuntos gubernamentales a través de su correo personal durante el período de transición del gobierno, en diciembre del año pasado. Su abogado, Abbe Lowell, dijo que Kushner habría recibido poco menos de 100 emails durante los primeros siete meses de la administración.
Pero además del yerno del gobernante, su propia hija también habría incurrido en la misma modalidad. Ivanka Trump, esposa de Kushner, habría utilizado su correo personal cuando actuó como asesora sin remuneración de la Casa Blanca durante los primeros meses de Trump, según reportó Newsweek.
Junto a ellos también lo hicieron el ex estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, y el ex jefe de gabinete, Reince Priebus, al igual que los asesores Gary D. Cohn y Stephen Miller, quienes enviaron o recibieron unos “pocos correos” de sus cuentas personales, señala el Times. Muchos de ellos habrían utilizado cuentas comerciales como Gmail.
A pesar de que no es ilegal para los funcionarios gubernamentales utilizar su correo personal -siempre y cuando reenvíen esos mensajes a sus cuentas de trabajo en los siguientes 20 días-, los funcionarios deben utilizar los correos del gobierno para que sus conversaciones estén disponibles para el público y organismos fiscalizadores.
“Todo el personal de la Casa Blanca ha sido instruido para usar su correo oficial para conducir todo trabajo relacionado con el gobierno”, dijo el lunes la vocera de la administración, Sarah Huckabee Sanders. Según el diario USA Today, el hecho de no seguir esta norma como empleado puede incluir suspensión, despido, o reducción en el pago o permisos.
Richard Painter, profesor de derecho de la Universidad de Minnesota, dijo a ese periódico que los funcionarios han luchado con el protocolo de correos electrónicos desde que éste existe -especialmente en la administración de George W. Bush- y que es probable que se tomen acciones legales. Esto, porque Trey Gowdy, conocido por pasar dos años investigando los ataques al consulado estadounidense en Bengasi , Libia, ha pedido mayor investigación, al igual que el demócrata Elijah Cummings. Ambos forman parte de la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno y ayer enviaron una carta a la Casa Blanca.
A pesar de que el tema abre un nuevo frente para Trump, según The Washington Post, es muy distinto al caso de Clinton, ya que ella usó exclusivamente su cuenta personal y discutió temas de alta confidencialidad.