Era el primer examen electoral de su gestión. Y el Presidente argentino, Mauricio Macri, salió airoso. Escrutado el 97% de las mesas, el oficialismo emergió como la fuerza política más votada en las primarias legislativas del domingo. Y no sólo eso. Contra todo pronóstico, también lograba un “empate técnico” con la ex Presidenta Cristina Fernández (2007-2015) en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país. Pese a que la ex mandataria se declaró vencedora y acusó al gobierno de “pretender manipular el resultado”, los analistas destacaban la pelea voto a voto de Fernández para no recibir la primera derrota personal de su carrera política, así como la mala cosecha de su partido en el resto del país.
Según las cifras del escrutinio parcial, que el gobierno dio por terminado este lunes con el 95,68% de las mesas contabilizadas, el candidato oficialista al Senado, Esteban Bullrich, obtuvo el 34,19% de los votos en la provincia de Buenos Aires, frente al 34,11% de Fernández, que busca un retorno tras dejar el poder en 2015. La diferencia: apenas 6.915 votos. Una ajustada contienda que se resolverá a fines de la próxima semana, tras el escrutinio definitivo.
A nivel nacional, en tanto, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, resaltó la victoria del oficialismo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) “en todo el país”. Ello, porque pese al empate que mantenía con el kirchnerismo en la provincia de Santa Fe y la de Buenos Aires, la alianza oficialista Cambiemos triunfó en 10 de las 24 provincias, incluidos bastiones tradicionales del peronismo, como La Pampa (49,53%), Córdoba (44,62%) y Entre Ríos (47,72%).
Considerados los resultados de las primarias para diputados, Cambiemos obtenía el 35,90% de los votos a nivel nacional, lejos del 20,34% del kirchnerismo (Frente Para la Victoria) y del 17,09% del peronismo no kirchnerista.
De repetirse estos resultados en los comicios legislativos de medio término del 22 de octubre, el oficialismo seguirá dependiendo de aliados para imponer su criterio en el Congreso, algo que, sin embargo, demostró posible en el año y medio de gobierno de Macri, destacaron analistas.
“Esta es la consolidación de Cambiemos como oferta política en todo el país (…). De acá a octubre creo que lo que va a pasar es que el oficialismo va a intentar reforzar más la polarización” con Cristina K, para sumar votos de otras fuerzas, dijo el analista político Ricardo Rouvier a Reuters. Mientras que el analista y columnista del diario La Nación Joaquín Morales Solá fue más categórico y aseguró que el domingo “el viejo statu quo peronista fue arrasado”.
Con él coincidió Orlando D’Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano, al considerar que el oficialismo ha quedado “muy por encima de las expectativas”. A su juicio, los resultados han supuesto un balde de agua fría para el kirchnerismo, ya que el 83% de los electores se inclinó por una opción diferente a nivel nacional, un hecho que se potencia con lo ocurrido en el la provincia de Buenos Aires, donde CFK no logró igualar siquiera el resultado obtenido por su fuerza en los comicios provinciales de 2015.
Al respecto, el columnista del portal Perfil, Gabriel Ziblat, destacó que si bien Fernández superó el 32% de Néstor Kirchner en 2009, “se quedó abajo de los 35% de Aníbal Fernández como candidato a gobernador en 2015 y más aún de los 37% de Daniel Scioli como candidato a Presidente”. “Cristina deberá atravesar en estos 60 días un auténtico desierto”, escribió Eduardo van der Kooy, en el diario Clarín.
Al momento de explicar el revés de Cristina K, D’Adamo afirmó a EFE que la ex mandataria lanzó un “mensaje pobre” y destacó que “no está para jactarse de nada”, porque sabe que los resultados “no son buenos”.
“El resultado obliga a Cristina a replantear su estrategia, pensando que el mensaje político llega a todos, incluida la justicia, donde está siendo investigada por corrupción”, comentó Ricardo Kirschbaum, columnista del diario Clarín. “El resultado está debajo de las expectativas que tenía el kirchnerismo y afecta sus planes futuros. Por el retorno y por el liderazgo del peronismo”, agregó.
Y también pone en riesgo las aspiraciones de Cristina para volver a la Casa Rosada. “Cristina queda al borde de perder la primer elección de su vida en octubre, un desenlace que si se produce, acaso la inhabilite para volver a pelear por la Presidencia en 2019”, escribió Ignacio Fidanza, director del portal La Política Online.
Los resultados de Macri y el oficialismo, en tanto, fueron considerados como históricos por los analistas. “Es el mejor resultado de un oficialismo en una elección legislativa desde 2005. El avance de Cambiemos en todas las provincias es el fenómeno partidario más importante desde la formación del Partido Peronista en 1947”, aseguró el sociólogo y cientista político Marcelo Leiras, en una columna en La Nación.
En la misma línea, Van der Kooy destacó que “desde las épocas de Raúl Alfonsín, una administración de identidad no peronista no lograba una victoria tan diseminada”.
“Macri ratificó el apoyo de la base electoral minoritaria que le permitió en 2015 ingresar a la segunda vuelta”, explicó a France Presse el politólogo Gabriel Puricelli. “El gobierno con este resultado logró la ratificación de su electorado, que sigue siendo minoritario, y eso es suficiente para que pueda seguir adelante con condiciones de gobernabilidad que hasta ahora le han sido favorables incluso siendo la minoría en el Congreso”, dijo.
“Los resultados satisfacen las expectativas del gobierno y le auguran una segunda mitad del mandato con condiciones de gobernabilidad parecidas al primero, donde va a seguir necesitando la cooperación del peronismo moderado para lograr mayorías”, dijo Puricelli.
Los comicios de octubre renovarán la mitad de las bancas de diputados y un tercio del Senado. Por ahora prevalece la mayoría opositora, dominado por el kirchnerista Frente Para la Victoria y aliados (36 senadores en un total de 72, y 72 diputados en 257), además de minorías de bloques progresistas y justicialistas.
Cambiemos, con 17 senadores y 87 diputados, ha logrado imponer leyes y reformas reclamadas por Macri gracias a votos divididos de bloques peronistas. Y eso no variaría a partir de octubre.
