El respaldo con el que Donald Trump fue elegido Presidente en noviembre pasado se ha ido deteriorando y cuando faltan sólo tres días para que cumpla seis meses en la Casa Blanca su índice de popularidad cayó a 36% de los 42% que tenía en abril pasado. Así lo dio a conocer un sondeo realizado por The Washington Post y ABC News, que señala que su desaprobación subió cinco puntos, llegando al 58%.

La cadena ABC News señala que Trump tiene la aprobación más baja que cualquier Presidente haya tenido en 70 años si se considera los primeros seis meses de mandato, que en esta oportunidad se cumplen el jueves. El mandatario que tuvo un nivel cercano de aprobación en el primer semestre fue Gerald Ford que tuvo un 39% en 1975.

El estudio sostiene, según cita el periódico, que estas malas cifran se deben a la percepción de una caída del liderazgo de Estados Unidos en el extranjero, también a la paralización de la agenda presidencial y al impopular proyecto de salud, que busca revocar el Obamacare. Otro de los problemas que ha afrontado el mandatario es la intervención rusa en las elecciones de noviembre. Así, un 63% de los estadounidenses dice que fue inapropiado que el hijo de Trump, el yerno y el jefe de campaña se hayan reunido con una abogada rusa durante la campaña. En ese sentido, seis en 10 también cree que Rusia trató de influir la campaña y entre quienes piensan eso, un 67% sostiene que los asesores de Trump ayudaron a Moscú. Unos resultados similares se obtuvieron en abril.

En general un 48% “desaprueba fuertemente” el desempeño de Trump como Presidente, un nivel que nunca alcanzaron los ex mandatarios Bill Clinton y Barack Obama y sólo fue logrado en el segundo mandato de George W. Bush.

The Post dice que del sondeo se desprende una amplia división partidista. Así, más de tres cuartos de los demócratas ven el desempeño de Trump como el peor en comparación a la mayoría de los ex presidentes. Pero sólo un 57% de los republicanos señala que el mandatario lo está haciendo mejor que el promedio.

El periódico señala que la presidencia depende en gran parte de un gran respaldo de hombres y mujeres blancas, que acudieron en masa para respaldar su candidatura en una forma que no lo habían hecho con el candidato republicano cuatro años antes.

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