Una serie de datos de extrema sensibilidad sobre el Estado Islámico, habría entregado sin medir consecuencias el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una reunión en la Casa Blanca el pasado 10 de mayor con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Según versiones de prensa, se trataría nada menos que de información clasificada proporcionada por los cuadros aliados norteamericanos en la zona de conflicto con la agrupación extremista, hecho que ha despertado profundas molestias y cuestionamientos al manejo diplomático del multimillonario, tanto a nivel interno como global.
Vladimir Putin, en un estilo jocoso, se sumó a los desmentidos desde la Casa Blanca hace algunos días, ofreciendo la transcripción de la cita entre Trump y Lavrov para corroborar que nada fuera de lo protocolar fue comentado, al tiempo que fustigaba a su ministro entre risas- por haberse guardado tan preciados secretos de Washington.
Pero más allá de lo anecdótico, la suspicacia se ha instalado. Y con razón. El despido del director del FBI, James Comey, quien indagaba los vínculos entre los colaboradores de Donald Trump y Rusia, llama a pensar que algo de nerviosismo, y eventualmente de ilegalidad, existe.
Constanza Fernández, experta en relaciones internacionales y directora de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad San Sebastián de Concepción, pone el acento en los bruscos cambios de parecer que a diario muestra Donald Trump para describir los modos del magnate. Algo, por cierto, extremadamente fuera de lo común para un mandatario.
“A Trump le encanta usar Twitter y en Twitter él dice sin pensar muchas cosas. Muchas de sus declaraciones iniciales han sido respaldadas por la Casa Blanca y después se contradice mediante Twitter. Pasó cuando salió el director del FBI. En su carta de despido Trump justifica la medida, entre otras cosas, porque tenía el apoyo del Departamento de Justicia. Días después, Trump publica en Twitter que, aunque no hubiera tenido el apoyo del Departamento de Justicia, lo habría despedido igual”, ejemplifica la académica.
En esa línea, Fernández asegura que el gobierno norteamericano ha tratado sin éxito de guardar distancias con Moscú, a través de medidas como los ataques a Afganistán y Siria. “Sin embargo, Putin ha jugado el juego contrario. Con esta misma filtración y diciendo que podía entregar transcripciones, demuestra hacia afuera que existe una relación cercana, de amistad, y eso le está jugando en contra a Trump. Putin está jugando ese juego porque sabe que tiene mucho que ganar con eso”.
“El Senado de Estados Unidos ha empezado una investigación, citó al ex director del FBI, James Comey, para que entregue información. Hay voces republicanas que dicen, poco a poco, que esto no puede continuar. Un demócrata, incluso, pidió un juicio político contra Donald Trump”, subraya Paulina Astroza, directora del Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción.
Un juicio político significaría poner seriamente en entredicho la continuidad del presidente estadounidense, pero para llegar a ese punto tendría que existir una acusación formal contra Trump y una voluntad real del Congreso norteamericano para acoger la solicitud y posteriormente acusar, cuestión que aún no se manifiesta.
Aunque con Donald Trump nunca se sabe. La analista, si bien insiste en que se trata de una posibilidad lejana, pone el acento en que la permanencia de Rusia en la agenda de la presidencia norteamericana no le permite avanzar con su programa, cuestión que puede ser muy perjudicial.
“Pensemos que el próximo año son las elecciones de mitad de período y muchos republicanos se van a jugar su elección y tendrán que rendirle cuentas a la ciudadanía de las acciones del presidente y su partido. Y no olvidemos que el 25 de mayo próximo es la reunión de la Otan en Bruselas. Trump va a reunirse con sus socios de la Otan, organización que en su momento calificó de obsoleta. Veremos cuánta información sensible querrán entregarle sus amigos europeos. Todo está en el terreno de lo posible”, sentencia Astroza.
Revisa el programa de TVU, De La Región al Mundo, donde se discutió sobre esta materia