A comienzos del año el reto de la ballena azul, que incitaba a los adolescentes al suicido, era noticia comentada en Chile y las redes sociales bullían con posts de padres angustiados y noticias de cómo se estaba extendiendo esta moda por el país.
Es que el reto, que establecía que quien lo aceptaba debía cumplir diferentes pruebas –como autoinferirse heridas- hasta llegar al suicidio el día 50 so pena de ver a su familia asesinada, había cobrado la vida de jóvenes en varios países de Europa del Este y amenazaba hacer lo mismo en estas latitudes, lo que le valió cobertura de prensa y puso en alerta a la policía.
La historia original, que establecía que más de 130 jóvenes en Rusia se habían suicidado siguiendo el reto y que se había arrestado a varias personas relacionadas con éste, era falsa. Investigaciones posteriores mostraron que la difusión original, en las redes sociales rusas, se había logrado principalmente con bots y no había ni suicidios ni arrestos ligados al susodicho juego.
Otros “fake news” surgieron a montones durante la última campaña presidencial de Estados Unidos, como el tuit donde Trump proponía trasladar a los habitantes de los países bálticos a África o la nota de prensa sobre una grave enfermedad de Hillary Clinton. En Chile las acusaciones de personas o grupos específicos que estarían detrás de los incendios forestales del verano también resultaron falsas.
Las noticias falsas suelen tener dos orígenes, uno es la reproducción de un rumor infundado que se redistribuye tantas veces que termina pareciendo verdad y puede originarse en una broma o un malentendido.
La otra es la creación de informes ficticios para obtener provecho del efecto causado, por ejemplo en las campañas políticas.
Existen sitios de “fake news” dedicados a crear estas noticias y también consultores que ofrecerían el servicio como un paquete que incluye distribuir las mentiras mediantes bots en las redes sociales. Estas des-informaciones suelen ser más elaboradas y pueden tomarse fácilmente como reales.
Ante la proliferación de esta práctica sitios como Facebook y Google han implementado políticas para detectar las “fake news” y existen también grupos dedicados a comprobar los hechos mencionados en una noticia dudosa. Factcheck.org, Cazahoax (en español), Hoaxi.
Por su parte Factitious es un juego (en inglés) que pone a prueba la capacidad para detectar si una noticia es verdad o mentira.
Las recomendaciones para identificar una “fake news” son: