Es el juguete de moda y está reemplazando al desafío de la botella entre niños y adolescentes como la actividad favorita en los recreos. Se trata del Fidget Spinner, un pequeño trébol plástico (el modelo más habitual) que tiene un rodamiento en el centro gracias al cual gira por varios minutos con un solo impulso.
Su parecido con el trompo –a los niños siempre les han gustado las cosas que giran- y facilidad de uso, además de muchos videos en Youtube que muestran diferentes trucos, dan cuenta de la enorme popularidad que ha alcanzado este juguete en menos de un mes, aunque se trata de un invento que ya tiene un par de décadas.
Ahora el redescubierto juguete está apareciendo en todas partes y los pequeños se desesperan por obtener uno, ya que tanto sus “héroes” de Youtube como sus amigos y compañeros de curso tienen uno. Incluso el argumento de ventas – no comprobado y, probablemente, infundado-, de que se trata de un elemento antiestrés que ayuda a la concentración de niños con déficit atencional, es esgrimido por los chicos para convencer a sus adultos de regalarles uno.
El Fidget Spinner, o simplemente spinner, está en Concepción hace poco. Se puede encontrar por $3 mil pesos en las tiendas de importación asiáticas. Incluso se ha visto a personas ofreciéndolo a la salida de los colegios por $4 mil pesos. Sin embargo, las opciones más caras pueden llegar a más de 20 mil pesos ya que son de mejor calidad y tienen otras formas. Incluso hay algunos metálicos que serían los más sofisticados del mercado.
Los riesgos
Aunque en general se trata de un juguete inofensivo, en el mismo nivel de los yoyos y beyblade, su manejo por niños puede tener dos consecuencias negativas:
Una es que al ser fáciles de desarmar se pueden tragar alguna pieza por lo que definitivamente no son recomendables para los más pequeños. Es conocido el caso de una niña estadounidense que casi se asfixió por tragar una parte de su spinner, pero también hay casos de cortes en la cara y lesiones en los ojos por acercarse demasiado cuando están girando.
Además, aunque el tradicional tiene bordes redondeados, hay algunos modelos con púas, puntas cortantes, con forma de shuriken (estrella ninja) y en Youtube se pueden ver modificaciones en que se les incluye fuego, hojas de afeitar y petardos con el riesgo que eso significa.
La otra consecuencia negativa se está dando en el colegio. Al ser un elemento pequeño es fácil de esconder y los alumnos suelen sacarlo en la sala durante la clase, lo que hace aún más difícil para el profesor retener su atención. Este tema ha llevado a establecimientos educacionales de diversos países a prohibirlo y requisarlo si lo encuentran.
Esta situación obviamente se está produciendo en nuestro país pero no es nueva ya que los niños sienten una imperiosa necesidad de mostrar sus posesiones a sus compañeros y llevan a clases todas las novedades que caigan en sus manos. Así las cosas lo importante es la conversación con los pequeños para establecer reglas y tiempo oportuno de uso del juguete y las consecuencias que tendría no respetarlas.