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Una mirada al mercado de oficinas y locales en el Gran Concepción

Especialistas del área inmobiliaria advierten una saturación de la oferta tras el auge de proyectos que se dio después del terremoto del 2010. Informe de la Cámara Chilena de la Construcción separa los edificios de este rubro según categorías, siendo los de tipo A los que mostraron mayor vacancia en el 2017. Además se está dando un cambio de tendencias en el centro penquista.

Por: Diario Concepción 27 de Julio 2018
Fotografía: Cedida

Son diversos los factores que influyen en la plusvalía de los distintos barrios y zonas que conforman el Gran Concepción, entre ellos está la cercanía con el centro, la exclusividad del sector, los proyectos a futuro, el desarrollo de complejos urbanos periféricos y el acceso a servicios.

Pero más allá de estos aspectos, lo que sí es de conocimiento común es que los precios suelen ser más altos que en otras regiones del país, una tendencia que al parecer está lejos de detenerse más allá de un aumento notorio en la oferta. Los edificios de oficinas no están ajenos a esa realidad.

Por lo general todo lo que esté hacia el centro aumenta su valor debido a ventajas como el acceso a servicios, flujo peatonal y comercio de todo tipo. El referente es la Plaza de la Independencia, no como en la Zona Metropolitana donde hay distintos polos urbanos. Eso, sumado a que somos la segunda ciudad más importante del país, son factores que influyen en nuestra alta plusvalía”, comentó el corredor de propiedades Cristian Jahr.

El especialista además explicó que en aquel sector la mayoría de los proyectos se destinan a oficinas, varios de los cuales superan los 20 pisos, lo cual es un reflejo del crecimiento vertical de Concepción debido al alto valor del suelo

Saturación en el rubro

Un estudio sobre el mercado local de oficinas durante el 2017 realizado por la Cámara Chilena de la Construcción da una clara muestra del auge de edificios de este tipo en nuestra comuna, lo cual además viene a consolidar un notorio aumento de proyectos tras el terremoto del 2010.

Allí se informa que en la ciudad no existen edificios tipo A+: mientras que son nueve los que tienen la categoría A, lo cual quiere decir que cumplen con criterios como la dimensión de sus plantas libres, el equipamiento de seguridad contra incendios y el sistema de climatización. Todos ellos están operativos.

Por su parte, las de tipo B son edificaciones que, por lo general, son más antiguas que las A, al mismo tiempo que no cuentan con un equipamiento tan completo. Tampoco poseen plantas libres de grandes dimensiones, sino más bien privados predefinidos por la inmobiliaria y que no superan los 150m2.

Actualmente existen en el Gran Concepción, 15 edificios de esta índole; mientras que hay 5 edificios con categoría C, los que si bien son antiguos, destacan por estar ubicados en el centro. Según el informe, que incluyó un catastro de 29 edificaciones de oficinas y que en total suman una superficie útil y operativa de 140.660 m2; Concepción Centro ostenta el 86% del total, seguido del sector El Trébol con un 13% y San Pedro de la Paz (Andalué) con el 1% restante.

De la superficie útil, 35.507 m2 están desocupados y disponibles para arriendo y venta, situación que hizo que la tasa de vacancia en este periodo llegara al 25%, donde las oficinas tipo A encabezan los niveles de desocupación con un 36%. Las tipo B, anotan un 13% y las C llegan a un 10%. Entre los principales usuarios del rubro de oficinas están las empresas B, abogados, médicos, dentistas, consultoras y comerciantes que separan la parte administrativa del local.

“Después del terremoto en Concepción hubo un auge de edificios de oficinas, e incluso se dio un saturamiento. En un momento hubo hasta 8 proyectos en curso, mientras que antes se construía un edificio de oficinas cada tres años”, comentó la corredora de propiedades Paula Bórquez.

“Entre el 2010 y el 2016 se construyeron unos 14 edificios de oficinas, lo cual aumentó la cantidad de metros cuadrados desocupados, lo que ha sido difícil de bajar. Un ejemplo reciente que influyó bastante es el de la torre del Mall del Centro, que sumó miles de metros cuadrados disponibles”, explicó la actual presidenta de la Asociación de Corredores de Propiedades de la Región del Bío Bío.

Oficinas en vez de casonas

El aumento de la oferta ha tenido claras repercusiones en el desarrollo inmobiliario empresarial de la ciudad. Uno de los fenómenos de la última década es que varias empresas que antes ocupaban casas habilitadas hoy están optando por las oficinas. “Si uno empieza a mirar un poco más allá de las arterias peatonales, te empiezas a encontrar con que cada vez hay más locales desocupados. Por ejemplo, de las propiedades a lo largo del eje Chacabuco, o en calle Caupolicán, algunas llevan más de tres años sin arrendarse. Eso se lo han llevado las oficinas nuevas, las cuales atraen a las empresas que ahora no tienen que preocuparse de temas como la seguridad o la mantención”.

Centro y el comercio

La especialista además explicó que hoy la realidad del centro penquista es diferente a la de hace unas décadas, lo cual está repercutiendo en una mayor vacancia en locales comerciales. “Hubo una especie de desplazamiento hacia el sector del Mall del Centro, mientras que también se ha dado una baja del nivel socioeconómico entre quienes transitan debido al crecimiento de los centros comerciales y strip centers en barrios y áreas más exclusivas. En cuanto a la plusvalía del rubro comercial, la corredora afirmó que los precios de los arriendos no han bajado. “De hecho, como cada vez están más concentrado como locales, los precios han aumentado. Las primeras plantas con salida a la calle son las más solicitadas.

En el último tiempo se ha generado una línea imaginaria en calle Freire, y desde Rengo hacia abajo, donde notas que lo que más hay son prestación de servicios como entidades bancarias, Isapres, cajas de compensación o compañías de seguros. Sólo algunos locales comerciales se han desarrollado en esa área, pero en menos cantidad.

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