Gustavo Fica Catalán (24) había planificado lo que haría con su primer sueldo. Y lo hizo: se fue a Dichato e invitó a su tata a comer completos. Fue el desenlace de un mes de esfuerzo, dedicación y aprendizaje como asistente de ventas en la tienda Hush Puppies del Mall del Centro.
Para Daniella Henríquez (23), el primer sueldo sirvió para comprar el deseado smartphone. También se desempeña como asistente de ventas, en su caso, en la tienda CAT del Mall Plaza Trebol.
Los dos jóvenes han cumplido un año en sus puestos de trabajo, tienen contrato a plazo indefinido y son parte de un programa de inclusión laboral impulsado por la fundación Best Buddies. Esa organización está orientada a personas con dificultades de aprendizaje y trastornos del desarrollo, y su foco es entregar herramientas necesarias para generar independencia e integración. Por otra parte, también desarrollan actividades de sensibilización y preparación de las empresas para recibir a personas con necesidades especiales.
De hecho, esa labor es más que necesaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que una de las razones que explica los bajos índices de inserción laboral de personas con discapacidad radica en el erróneo concepto –instalado en las mentes de muchos ejecutivos– de que las personas con discapacidad son menos productivas. Otra creencia, que además persiste en las familias, sostiene que una persona con alguna discapacidad no puede trabajar, aun cuando dicho segmento de la población presenta las mejores tasas de permanencia en el empleo.
Los ejemplos de Gustavo y Daniella lo grafican. Lograron abrirse espacio en labores más sencillas como ordenar la bodega, limpiar vitrinas y ordenar las estanterías. Fueron ganando experiencia, autoconfianza y apoyo del equipo. Hoy, hacen todo a la par con los compañeros, desde barrer la tienda hasta atender a los clientes y llenar facturas.
Daniella cuenta lo vivido: “Me encanta trabajar. Me encanta todo. Tengo un buen equipo con mis compañeros. Si necesito de algo les pido, y ellos igual me piden ayuda a mí”.
Gustavo complementa: “Atender al público era lo que más me costaba, porque ese es mi primer trabajo, y hoy es lo que más me gusta. Con los compañeros súper bien, me han apoyado harto, no tengo nada que decir”.
¿Qué opinan los supervisores y compañeros de trabajo? Lo mismo que se puede encontrar en las investigaciones sobre la inclusión: hay intercambios de experiencias, mejora el clima laboral y todo el equipo crece.
“Es una experiencia cien por ciento recomendable; los trabajadores están más unidos para brindar a ella (Daniella) las mejores herramientas”, explica Carla Saavedra, jefa de CAT Mall Plaza Trébol. Grima Vivanco, vendedora senior, destaca los cambios al clima laboral y la cohesión del equipo.
Lo que para algunos es algo corriente y trivial, como invitar a comer completos o comprarse un teléfono, para otros es un inmenso desafío. Una realidad que comienza a cambiar cuando nos damos cuenta de los talentos y vemos a las personas, no a individuos con necesidades.
1.- Bajar algún aplicativo lector de código QR en su smartphone.
2.- Instalar y hacer “Scan” sobre el código de arriba.
3.- Se abrirá la página en la pantalla, con texto, audio y video con lengua de señas de esta entrevista.
Esta sección se publica todos los domingos. Lea las demás entrevistas en www.diarioconcepcion.cl