El Talento es Inclusivo

El talento es inclusivo: Servicios DAR (Disfruta, Alegría, Risas)

Por: Silvanio Mariani 23 de Septiembre 2018
Fotografía: Edgardo Mora C.

José Antonio Torres, 27 años: – Yo les espero con un café. Con el botón les sirvo… Entonces el pancito… y después se van. Cuándo viene tanta gente y me dice “Hola, Toñito, cómo estái?”; yo digo, “bien”.

Gerald Linco, 20 años: – Yo ayudaba a un tío del quiosco a descargar la camioneta, entonces el tío me pagaba con una bolsa de frutas.

Soledad Cabrera, 27 años: – “Lo mejor de estar acá es aprender de cada uno de nosotros. Saber lo que está bien, lo que está mal. Corregir lo que se tenga que corregir”.

Las historias de vida de José Antonio, Gerald y Soledad reflejan los anhelos y las restricciones de quienes enfrentan alguna dificultad, sea física o cognitiva. Pero, sobre todo, revelan que la inclusión laboral de una persona en situación de discapacidad trae beneficios no solo para ella, sino que para su familia y el entorno donde se incorpora.

Los tres jóvenes son parte de un proyecto que comenzó en noviembre de 2017 y que cumple el doble objetivo de capacitar e insertar laboralmente a personas con necesidades especiales. Son parte del concepto DAR (Disfruta, Alegría, Risas), un emprendimiento creado por los hermanos Romanet y Rogelio Alegría. La iniciativa contempla dos productos: un local para venta de café y pastelería, ubicado al interior del supermercado Unimarc de Chacabuco, y la oferta del servicio de coffee break para empresas y organizaciones diversas.

“Nuestro objetivo es eliminar la teoría de que la inclusión no genera rentabilidad en los negocios”, explica Rogelio, profesor de Historia. Romanet, trabajadora social, agrega: “La forma en que lo hacemos es centrarnos en las capacidades, y no en las discapacidades”.

Bajo estas premisas, el negocio va en expansión. Inchalam y Universidad de Concepción son algunos de los clientes que apostaron en la idea. “Solo hemos ganado clientes, no hemos perdido a ninguno, porque ellos valoran la calidad de lo que ofrecemos y también dan importancia al aspecto social de este emprendimiento”, dice Rogelio.

Para la capacitación de los jóvenes cuentan con el apoyo de un programa de la Fundación Empleo, incorporaron a una nutricionista para enseñar la manipulación de alimentos, y además a estudiantes en práctica de Educación Diferencial (Instituto Virginio Gómez) y Técnico en Trabajo Social (Universidad Santo Tomás). Así, en un proceso colaborativo, se desarrollan habilidades sociales y técnicas, con reuniones de trabajo, planificación, definición de turnos “como en cualquier otra empresa”, cuenta Romanet.

La capacitación incluye aspectos como iniciar actividades en el Servicio de Impuestos Internos, a manejar una cuenta RUT y un presupuesto, para que cada trabajador “decida qué va a hacer con su plata”.

En total, 14 personas se desempeñan laboralmente en DAR. Además de Romanet y Rogelio, están los estudiantes universitarios en práctica, una nutricionista, y seis personas derivadas de colegios diferenciales.

Los creadores de DAR animan a otras empresas a que contraten a personas con discapacidad, puesto que la diversidad trae beneficios. Romanet detalla: “La diferencia es el clima laboral. La riqueza que se genera con la motivación. Porque estos jóvenes lo toman realmente como una oportunidad, y protegen ese espacio laboral. Eso no lo encuentras en cualquier trabajador”.

El mensaje va también para las familias: “Hemos tenido situaciones de jóvenes que no han podido continuar trabajando porque la familia no los acompaña, no los traen, no los enseñan a que se manejen solos. Ahí es donde queremos enfocarnos. Que al menos los que pasen por acá tengan un proyecto, como todas las demás personas”.

Guillermo Jiménez, 23 años, es parte de DAR y expresa la importancia de ser aceptado, social y laboralmente:

– Yo tengo un sueño. Mi sueño es surgir.

 

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