Dentro de todas las cosas que ocurrieron en la Región del Biobío durante este año, aquellas de mayor impacto se podría resumir en los incendios forestales de febrero y el cierre de la Compañía Siderúrgica Huachipato.

Al hablar de impacto nos referimos literalmente en las consecuencias en contra para una parte importante de la población, ya sea por el miedo, la esperanza, la preocupación, la estabilidad económica, y los sueños a futuro.

Es que si los incendios forestales produjeron ansiedad y toma rápida de decisiones, a la larga también significaron la reinvención de muchas fuentes laborales dedicadas a la actividad agrícola y turística.

Por su parte, lo de Huachipato, fue una incertidumbre  constante, durante meses, y con antecedentes sobre la mesa sobre lo que en ese momento era un potencial escenario complejo. Tras el cierre de la usina todo eso quedó reducido a resignación y la elaboración rápida de proyectos que puedan mitigar el cese de miles de puestos de trabajo.

Por ello y tras los respectivos balances del año y la proyección de 2025 es que el Gobierno ha generado una carta de navegación con ejes claves para el Biobío. De ahí, dentro del listado, destacan seguridad, conectividad y el Plan de Fortalecimiento Industrial.

“Lo más relevante son cuatro pilares que nosotros hemos establecido como prioritarios y que están muy relacionados también con lo que la ciudadanía expresa como prioritario. Lo primero son las materias de seguridad desde el primer día. Trabajar y articular directamente con las policías, con toda la institucionalidad del Estado (…) no solamente lo que dice relación con el crimen organizado y la persecución de delitos, sino que también en materia de prevención del delito”, dijo el delegado presidencial, Eduardo Pacheco a Diario Concepción.

“Un segundo pilar importante ha sido ya el trabajo a propósito del Plan de Fortalecimiento Industrial, en lo que señala en relación con su Secretaría Ejecutiva, el Foro Estratégico donde se ha ido avanzando y conformando la gobernanza”, agregó Pacheco, entre otros temas.

El desafío 2025, por lo tanto, es grande y amplio en la cantidad de frentes a cubrir, en una Región que de forma constante protagoniza la agenda nacional ya sea por las buenas o por las malas noticias.