Medidas de este tipo se condicen con el objetivo de salvar vidas, al aumentar la eficacia de la quimioterapia, dada la celeridad con que se puede aplicar.
Una buena estrategia se planteó en el Hospital Regional respecto de los tratamientos para el cáncer. Lo anterior, dada la necesidad de rapidez que, desde el punto de vista del padecimiento, una mayor celeridad en la implementación de terapias resulta clave para la sobrevivencia de una persona. Es por ello que la idea de establecer una extensión horaria en esta materia, lo agradecen las y los pacientes y sus familias.
En la actualidad, según publicó Diario Concepción, hay un total de 890 pacientes que reciben quimioterapia ambulatoria en el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción. 640 de ellos corresponden al área de oncología médica y 250 a hematología, los que, de acuerdo con el médico jefe del Centro de Responsabilidad del Cáncer, Rodrigo Ascui, necesitan recibir sus tratamientos a tiempo para que el cáncer que padecen no avance o no tenga posibilidades de volverse más difícil de tratar.
El problema, según el mismo centro asistencial, era que el horario de 8:00 a 17:00 horas no daba abasto, lo que estaba generando demoras riesgosas en pacientes.
Los retrasos, agregó el mismo Dr. Ascui, pueden incrementar el riesgo de que el cáncer regrese e impactan en la supervivencia del paciente.
“Incluso un mes de retraso puede aumentar significativamente el riesgo de muerte y genera efectos secundarios acumulativos (…) se debe seguir el calendario de tratamiento recomendado para minimizar estos riesgos y maximizar las posibilidades de éxito”, explicó el mismo profesional.
“El recinto, en momentos críticos, estaba registrando, desfases de entre 4 y 5 semanas para iniciar los primeros ciclos de quimioterapias ambulatorias, tanto en pacientes de oncología médica como de hematología, así como también de atrasos de hasta de 10 días en la continuidad de las sesiones”, añadió.
Con la nueva modalidad, que ofrece un turno de 11:00 a 20:00 horas, las listas de espera para tratamientos de este tipo de reducen a 250 por mes, todo un éxito.
Medidas de este tipo se condicen con el objetivo de salvar vidas, al aumentar la eficacia de la quimioterapia, dada la celeridad con que se puede aplicar.
Bajo esa perspectiva, no hay negativos y la ciudadanía lo agradece.