Los profesionales del área e incluso las autoridades han sido claras: hay un déficit presupuestario para el  aparato de Salud en el Biobío. Esto ha forzado la reestructuración de gastos y monitoreo de recursos.

Es que la falta de recursos para sostener los hospitales del país, advertida en una declaración pública del Colegio Médico a nivel nacional, en la que aseguran que los fondos mensuales para los recintos deben ser triplicados, de 110 mil millones de pesos a 300 mil millones para que logren funcionar sin problemas, fue confirmada por actores a nivel local.

Para Evelyn Betancourt, presidenta regional de la Fenats, el presupuesto de salud otorgado a los hospitales debe ir en directa relación con las prestaciones que el centro de salud entrega.

“En general, lo que se hace es proyectar, por ejemplo, que si este año hago mil, el próximo también haré mil prestaciones, pero la verdad es que han aumentado considerablemente. Hay mucha gente de Fonasa que acude al sistema público porque no paga (Copago Cero) y por otra parte tenemos el problema de las Isapres, que también nos ha generado que tengamos más cantidad de usuarios”.

La solución para lo anterior, aseguró, es que se midan las prestaciones y el gasto el primer semestre y que para el segundo semestre se suplementen recursos para que logren llegar a fin de año sin problemas.

El director del Hospital Guillermo Grant Benavente, Claudio Baeza, concordó con la declaración realizada por el Colegio Médico, y afirmó que es evidente que “estamos en situación compleja presupuestaria y para ello el ministerio de Salud y la subsecretaria de Redes Asistenciales están haciendo todos los esfuerzos posibles para dotar a los establecimientos de presupuesto pertinente para poder terminar el año”.

A pesar de los esfuerzos que pueda hacer el Gobierno, el hospital local ha tomado medidas de contingencia para lograr funcionar. Según detalló están realizando un mayor control y gestión de los insumos y productos de farmacia y cirugía.

Este tema no es menor y, a todas luces, tiene un papel protagónico en la lista de grandes puntos a resolver. Las autoridades competentes deben entregar una solución rápida y acertada, pues se trata de la salud de la población.