En un contexto en que existe preocupación por el desempleo en Biobío, sobre todo, tras el cierre de la Siderúrgica Huachipato, donde las estimaciones apuntaron a la eliminación de 22 mil plazas laborales, directas e indirectas, la inversión que puede generar el Estado en obras públicas puede ser determinante para generar dinamizar la economía y generar trabajo.
Esa es la apuesta que plantea el Ministerio de Obras Públicas, a través de la Seremi en Biobío, respecto de proyectar alrededor de 37 mil empleos con obras que se licitarán hasta fines de 2025.
Cuando se habla de una inversión de 1.800 millones de dólares en iniciativas, las cuales en su ejecución generarán trabajo, sin duda, sirve para observar con menos pesimismo el futuro en Biobío, a lo que se debe sumar el aporte privado.
“Nosotros esperamos sólo en materia de las iniciativas que vamos a licitar de aquí a final de año, una proyección de cerca de 12 mil empleos directos e indirectos. Con el presupuesto del próximo año estamos pensando un horizonte cercano a los 25 mil empleos directos e indirectos, solamente con la inversión MOP”, sostuvo en Diario Concepción, el seremi del ramo, Hugo Cautivo. “Si a eso le agregamos todo lo que significa la inversión que se viene en los próximos años con el área de Concesiones, tenemos una proyección cercana a los 39 mil empleos directos e indirectos más”, explicó Cautivo. “Entonces, es un impacto muy fuerte en materia de lo que significa hoy día estabilizar las cifras en materia de empleo y hacer sostenible el desarrollo regional”, explicó la misma autoridad.
Lo anterior fue valorado por la CUT y representantes del Sindicato 1 de la exusina.
“A mí me parece que tiene mucho sentido, porque una de las cosas que hemos planteado como organización es que se reactiven todo lo que es público-privado, principalmente lo que es público”, dijo Héctor Medina, por parte de los extrabajadores de Huachipato. “Para nosotros es relevante que nuestra Región tenga inversión porque eso va acompañado y asociado netamente a la empleabilidad”, dijo Patricia Zúñiga de la CUT.
Al parecer, por lo menos de parte del Ejecutivo, hay una lectura correcta respecto del impulso que requiere Biobío para salir de esta coyuntura, resta, eso sí, fomentar la industria y lograr que los empleos no tengan origen público, sino que sean generados por la futura reindustrialización de la Región.