Solo la pandemia había logrado, en 2021, que las elecciones fueran en dos días, procesos que históricamente en Chile solo se remitían a una jornada. En abril de ese año, primó la emergencia sanitaria y se definió como fórmula para evitar aglomeraciones. Transcurrida esa elección del proceso constituyente, el balance evidenció que hubo acierto en la medida.

Tres años después, bajo la vigencia de la inscripción automática y el voto obligatorio, dada la cantidad de cargos a elegir, cuatro en total por cada elector/a, se definió extender a dos jornadas el ejercicio de elegir gobernadores regionales, consejeros regionales, alcaldes y concejales.

A mediados de año, el Servicio Electoral informó que son 15. 450. 377 personas las que están habilitadas en el país para sufragar el próximo 26 y 27 de octubre en las Elecciones Regionales y Municipales. “Cada una de ellas podrá elegir qué día acudir a las urnas: sábado o domingo. No ambos días. Una facilidad para para que cada persona pueda decidir el día que le convenga”, destaca el Servel en su sitio web.

De acuerdo con lo informado por el mismo organismo, en esta ocasión se contará con 6 urnas por mesa que deberán proveer las municipalidades: una para la elección de gobernadores, una para la de alcaldes, dos para consejeros regionales y dos para concejales. “Esto debido al tamaño de los votos de consejeros y concejales, muy grandes y el mayor electorado que se espera que sufrague”, señalaron.

Otro aspecto para considerar son la cantidad de candidaturas inscritas, 1.859, específicamente, en el Biobío, las cuales están a disposición de las y los 1.368. 474 electoras y electores de la Región.

Todas las cifras apuntan a la masividad del proceso electoral. Bajo esa perspectiva, la extensión a dos días de este proceso eleccionario parece, nuevamente, un acierto. Esta decisión buscó dar mayor comodidad al votante, incluso considerando el pronóstico de alta temperatura proyectado para este sábado y domingo.

Así, solo queda esperar que esta inédita votación de dos días para elegir cargos regionales y municipales vuelva a confirmar la robusta institucionalidad democrática de Chile, la cual es resultado del sufragio de todas y todos.