Una proyección de más empleo, como es tradicional, se presenta con la llegada de la primavera y el verano en Biobío. Esto significa un respiro para la economía local, que ha sido impactada con los recientes despidos a causa del cierre de Huachipato. Lo cual, en todo caso, no significa que la mano de obra que genera la agricultura sirva para absorber la pérdida laboral generada por la usina.

Es así que se anticipan más de 2 mil puestos de trabajo que se podrían generar para la temporada de cosecha de la cereza y el arándano en el Biobío. En ese sentido, también se considera la mano de obra proveniente de otros países, como Bolivia, que el año pasado tuvo una evaluación positiva por parte de productores, en el contexto del acuerdo Residencia Temporal, el que permitió la inmigración regular de trabajadores altiplánicos.

“Según datos de la Sociedad Agrícola de Biobío (Socabio) cerca 2.000 puestos de trabajo generan la producción de cerezas y arándanos en la provincia de Biobío, esto debido a que varios huertos de cerezos inician producción y los arándanos mejoraron el precio de la temporada pasada”, dijo Pamela Gatti, seremi de Agricultura del Biobío.

De acuerdo al cronograma de cosecha, todo empieza con la uva norteña en agosto; sigue la zona central con arándanos y uvas en septiembre y los arándanos, uvas y cerezas de Ovalle. En el Biobío, a comienzos de septiembre estuvo vigente la cosecha de espárragos; para luego continuar con las cerezas en diciembre y los arándanos en noviembre o incluso un tiempo antes.

Desde la Sociedad Agrícola de Biobío (Socabio), su presidente, José Miguel Stegmeier, afirmó a Diario Concepción que el aporte de trabajadores bolivianos es tremendo, tanto así, que debería mejorarse el protocolo de contratación e ingreso en la temporada.

“La realidad nuestra es que la burocracia, literalmente, empeoró un poco el proceso. Pero hoy día el protocolo sí está siendo bastante más ágil de lo que era antes. (…) Entonces, obviamente, funciona muy bien. De pronto está el equilibrio entre la cantidad de gente que ingresa y el trabajo disponible. Como justamente el contrato se realiza in situ, en este caso en Bolivia. Entonces, funciona muy bien porque se genera justo la dinámica necesaria para que llegue la gente precisa a la cosecha”, dijo.

De esta manera la industria agroalimentaria en Biobío es clave y, como es tradicional, genera trabajo en época estival. Lo anterior, considerando la crisis de industrialización existente en la zona, tal vez, sería mejor potenciar esa industria durante todo el año.