Vestigio hundido de una tragedia
05 de Octubre 2024 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
No es posible que un barco, que fue considerado monumento histórico, esté en una condición tan deplorable y sin una vía trazada para buscarle un destino que sea digno.
Resulta llamativo y preocupante que aún persistan vestigios del terremoto y tsunami del 2010, principalmente estructuras, los cuales deberían no existir y, al parecer, por falta de coordinación figuran como testigos mudos de la catástrofe.
En estas líneas, nos referimos al Remolcador de Alta Mar “Ram Poderoso”, el cual se encuentra boca abajo en las costas de Talcahuano y que hoy es visto casi bajo el llamado turismo de catástrofe, por quienes circulan por el lugar y por embarcaciones que realizan recorridos para mostrar a los visitantes el bello paraje porteño.
Construida en 1911, la embarcación sirvió hasta fines de la década de los ochenta, del siglo pasado, en caso de accidente o acciones de riesgos para ayudar a otros barcos. Luego, pasó se convierte en un museo flotante y biblioteca, y se transforma en un hito referencial del puerto de Talcahuano. Hasta que el 27-F cambió su historia.
“En 2022, la Armada anunció el Plan Prat (Plan Recuperación Acuática de Talcahuano), que buscaba generar mesas de trabajo para la recuperación del mar y mejorar sus condiciones ambientales (…) Una de las mesas de trabajo era para la recuperación del Ram Poderoso”, explicaron desde la Municipalidad de Talcahuano.
Patricio Schuler, director de la Corporación Ram Poderoso -quienes estaban a cargo hasta su hundimiento-, dijo que “la Armada no ha dicho que no y el Gobierno Regional tampoco ha dicho que no. No sé cuál es el trámite todavía (para realizar el proyecto), porque eso se le encargó por parte de la Armada al Gobernador Marítimo, y han estado cambiando al Gobernador Marítimo y por lo mismo no han hecho los trabajos correspondientes”.
En todo caso, pese a que no hay un pronunciamiento oficial, la Armada no tiene vínculo formal con la embarcación, por lo tanto, tampoco existe una obligación de parte de la institución para realizar acciones en favor de la embarcación hundida.
“Nosotros participaríamos con nuestra Dirección de Medio Ambiente y con Secplan, para ver cómo avanzar”, detallaron desde el mismo municipio porteño.
Más allá de las responsabilidades, obligaciones o iniciativas trabadas, no es posible que un barco, que fue considerado monumento histórico, esté en una condición tan deplorable y sin una vía trazada para buscarle un destino que sea digno a su reconocimiento.