Al parecer, en esta materia y considerando, además, el cambio climático, hay una asimilación que permite desarrollar acciones orientadas a evitar al máximo la ocurrencia de este tipo de desastres.
Los recuerdos del verano 2022-2023 no son gratos en materia de incendios forestales para la Región del Biobío, sin embargo, lo que se ha visto en preparación y prevención a partir de es catástrofes evidencia que si hay aprendizaje.
Esto se puede apreciar, por ejemplo, con los planes de emergencia de las comunas que vivieron esa tragedia hace dos años y que hoy, desde varios meses antes de que aparezcan altas temperaturas, dan muestras de preocupación respecto de las acciones contenidas en dicha planificación.
En dicha labor preventiva ha sido clave también la participación de Conaf y el Servicio Nacional de Prevención y Desastres (Senapred), organismo primordiales y especializados en el área que entregan las orientaciones necesarias para enfrentar este tipo de escenarios.
Desde Santa Juana, el jefe del Departamento de Gestión del Riesgo de Desastres del Muncipio, Edison Fonseca, señaló a Diario Concepción que “actualmente nosotros cumplimos con la ley 21.364 que estipula que teníamos que ingresar todos los planes al 7 de agosto del año 2023. Los planes fueron ingresados, Senapred los observó, fueron subsanadas las observaciones y actualmente nosotros contamos con el Plan de Emergencias Comunal de Santa Juana, aprobado con informes favorables de Senapred”.
El mismo funcionario municipal destacó que se diseña el plan para poder generar cortafuegos en infraestructura crítica y sectores de alta densidad de casas, con el apoyo de Corma, agrupación de empresas forestales que también tiene un despliegue importante en el cuidado de los bosques.
En tanto, desde la comuna de Arauco se plantean que los patrullajes y el acceso a tecnologías como la georreferenciación, que se complementa con los recorridos preventivos, son una de las acciones que se consideran necesarias. Misma preparación se vive en Florida, donde se ha abierto el diálogo con los vecinos para afianzar el plan de emergencia. “Estamos trabajando con más de 20 sectores en la comuna”, comunicaron desde la comuna floridana. Al parecer, en esta materia y considerando, además, el cambio climático, hay una asimilación que permite desarrollar acciones orientadas a evitar al máximo la ocurrencia de este tipo de desastres. Literalmente, la prueba de fuego la tendremos durante la próxima temporada estival.
Al parecer, en esta materia y considerando, además, el cambio climático, hay una asimilación que permite desarrollar acciones orientadas a evitar al máximo la ocurrencia de este tipo de desastres.
Los recuerdos del verano 2022-2023 no son gratos en materia de incendios forestales para la Región del Biobío, sin embargo, lo que se ha visto en preparación y prevención a partir de es catástrofes evidencia que si hay aprendizaje.
Esto se puede apreciar, por ejemplo, con los planes de emergencia de las comunas que vivieron esa tragedia hace dos años y que hoy, desde varios meses antes de que aparezcan altas temperaturas, dan muestras de preocupación respecto de las acciones contenidas en dicha planificación.
En dicha labor preventiva ha sido clave también la participación de Conaf y el Servicio Nacional de Prevención y Desastres (Senapred), organismo primordiales y especializados en el área que entregan las orientaciones necesarias para enfrentar este tipo de escenarios.
Desde Santa Juana, el jefe del Departamento de Gestión del Riesgo de Desastres del Muncipio, Edison Fonseca, señaló a Diario Concepción que “actualmente nosotros cumplimos con la ley 21.364 que estipula que teníamos que ingresar todos los planes al 7 de agosto del año 2023. Los planes fueron ingresados, Senapred los observó, fueron subsanadas las observaciones y actualmente nosotros contamos con el Plan de Emergencias Comunal de Santa Juana, aprobado con informes favorables de Senapred”.
El mismo funcionario municipal destacó que se diseña el plan para poder generar cortafuegos en infraestructura crítica y sectores de alta densidad de casas, con el apoyo de Corma, agrupación de empresas forestales que también tiene un despliegue importante en el cuidado de los bosques.
En tanto, desde la comuna de Arauco se plantean que los patrullajes y el acceso a tecnologías como la georreferenciación, que se complementa con los recorridos preventivos, son una de las acciones que se consideran necesarias. Misma preparación se vive en Florida, donde se ha abierto el diálogo con los vecinos para afianzar el plan de emergencia. “Estamos trabajando con más de 20 sectores en la comuna”, comunicaron desde la comuna floridana. Al parecer, en esta materia y considerando, además, el cambio climático, hay una asimilación que permite desarrollar acciones orientadas a evitar al máximo la ocurrencia de este tipo de desastres. Literalmente, la prueba de fuego la tendremos durante la próxima temporada estival.