Una parte del proceso presenta fallas, porque no es posible que normas que suponen regular problemas, como el retiro de cables de las calles, pese a estar vigentes, sean inútiles.
La falta de un reglamento dificulta la aplicación de la denominada “Ley Chao Cables”, la cual fue promulgada hace cinco años, pero aun es posible presenciar en diversas ciudades del Biobío postes llenos de cables, que cruzan las calles. De acuerdo con lo que se conoció en los últimos días, dicho protocolo fue reingresado a Contraloría y se espera que se pueda aplicar en las próximas semanas. La normativa establece, entre otras cosas, que las compañías son responsables de la “instalación, identificación, modificación, mantención, ordenación, traslado y retiro de sus cables aéreos o subterráneos”.
Esto es foco de preocupación a nivel por parte del mundo legislativo, donde se plantea la molestia por no aplicar una norma que, a todas luces, impacta en la contaminación visual de varias comunas en la zona.
Incluso, es más, desde la Asociación Regional de Municipalidades del Biobío se planteó que varios de los cortes de electricidad acontecidos durante los últimos sistemas frontales pudieron evitarse sin la presencia de multiplicidad de cables colgando, sobre todo, en los centros urbanos.
“Esta ley fue aprobada en el último gobierno de Sebastián Piñera y en consecuencia ya son dos gobiernos que no han cumplido con la dictación de este reglamento en una ley que es muy necesaria para terminar con los cables aéreos y que podría evitar situaciones de riesgo y el colapso en el suministro eléctrico cuando ocurren frentes de mal tiempo como el que se vivió a fines de julio”, dijo Eric Aedo, diputado del Distrito 20.
Por su parte, la diputada del mismo distrito, María Candelaria Acevedo, aseveró que “claramente hay un problema en la dictación del reglamento para la ley Chao Cables. Las causas para el retiro del documento desde Contraloría son variadas; entre esas observaciones de las empresas; pero ante los problemas que se han detectado tras los últimos frentes de mal tiempo, y los estragos que los cables en desuso han causado, resulta urgente que se dicte este reglamento”.
Esta no es la única iniciativa legal que figura sin reglamento que permita su operacionalización -otro ejemplo es la “Ley Uber”-. Una parte del proceso presenta fallas, porque no es posible que normas que suponen regular problemas, como el retiro de cables de las calles, pese a estar vigentes, sean inútiles.