Un camino que ya se había dado a conocer con antelación fue lo que planteó el ministro de Economía, Nicolás Grau, en su visita a la zona y tras la reunión con dirigentes de los sindicatos de trabajadores de Huachipato. Se trata de la imposibilidad de que el Estado pueda comprar la Siderúrgica, dado que no cuenta con herramientas legales que lo permitan.

“Más allá de los recursos, lo que sucede acá es que CAP ha tomado una decisión sin mostrar ningún interés de una compra de esa naturaleza y, además, el Estado no tiene la habilitación legal para hacer algo de ese tipo (…) Por supuesto, nosotros siempre vamos a estar evaluando todas las alternativas”, afirmó Nicolás Grau.

Bajo este escenario, hay puntos clave a destacar.

El anuncio de CAP sobre la “suspensión indefinida de sus operaciones” de la usina fue en medio del proceso de audiencias de la Comisión Antidistorsiones, orientada a evaluar la imposición de salvarguardias por dos años al acero chino, luego que en abril se aplicarán aranceles provisorios.

La empresa argumenta que, pese a las sobretasas transitorias, estas no habían podido ser traspasadas a los precios, por lo tanto, el negocio se hizo insostenible.

Tras ello, vinieron las declaraciones del Gobierno, y del mismo Grau, desde donde se responsabilizó a la empresa y se acusó que le habían fallado al país, tras su decisión de bajar las cortinas a la planta de Talcahuano.

Luego, la firma comprometió pagos indemnizatorios y presentó sus disculpas del caso.

De ahí en adelante, el problema en manos del Ejecutivo y en los trabajadores. Se habla de 2 mil empleos directos y 20 mil plazas indirectas.
Ese es un pequeño extracto de la última parte de la historia. Sin embargo, la renuncia a seguir con el proceso establecer sobretasas al acero chino tiene varios contextos a contar hacia atrás.

Lo primero, es que el tema de las salvaguardias al acero tiene dos décadas de antigüedad. Otra cosa, y también se ha planteado desde diversos sectores, lo que dice relación con que la firma no avanzó en la modernización de sus procesos. También, se ha planteado que, a lo menos por este año, se movilizó a gran parte del aparato estatal tras un respaldo a Huachipato, incluido el mismo Presidente Boric, y, al final, todo quedó en nada.

En este punto, los trabajadores y sus familias quedan en situación compleja y también una Región que observa como parte de su industria se desvanece.