Sabemos que nadie está a salvo de sufrir algo inesperado, pero si depende de nosotros reducir al máximo esa probabilidad, el llamado es a intentarlo.
Un escenario complejo plantea el alza que se observa en las atenciones cardíacas en el Biobío, en que se evidencia, de acuerdo con los datos aportados por el Hospital Guillermo Grant Benavente, un incremento de requerimiento de personas por afecciones de este tipo, respecto del año pasado. En ese sentido, se plantea como causas a los estilos de vida, tabaquismo, estrés, vida sedentaria, consumo de comida chatarra; hipertensión, colesterol y diabetes mellitus no controlada, adicción a drogas ilícitas como la cocaína y el envejecimiento de la población son los factores que inciden en la ocurrencia de las enfermedades cardiovasculares.
Y, es justamente vinculado al Mes del Corazón, en agosto, que los especialistas advierten que las patologías cardíacas están aumentando considerablemente producto de dichos factores de riesgo.
María Eugenia Piana (HGBB) indicó a Diario Concepción que durante el año pasado recibieron 15 mil pacientes nuevos en policlínico “y en lo que va corrido del año ya van casi 12 mil, han aumentado de forma significativa. Diariamente recibimos entre 40 y 50 pacientes de 15 años en adelante (…) esto se debe a la forma de vida, al envejecimiento de la población y múltiples factores que se suman y que producen la enfermedad cardiovascular”. La misma profesional explicó que, entre las patologías más habituales, está la “hipertensión y todos sus derivados como la cardiopatía hipertensiva, todos los espectros de la cardiopatía coronaria, pacientes que tienen anginas crónicas estables o que han tenido algún infarto y después se siguen controlando acá y que han requerido algún tratamiento especial, pacientes con arritmias, bloqueos cardiacos que requieren marcapasos. Esos son los más recurrentes, pero existen muchos más”. Desde la Seremi de Salud informaron que en 2022 la hipertensión arterial se presenta en mayor cantidad de afectados con 184 mil 441 enfermos, seguido de 123 mil 466 personas con dislipidemia y luego 103 mil 100 con diabetes. Lo que aumenta más el riesgo de que las personas presenten un infarto al corazón o un ataque cerebral, ya que son las patologías que más aumentan el riesgo. Lo anterior, nos reafirma lo complejo de la realidad en Biobío vinculada a afecciones al corazón. Por eso es importante analizar los factores de riesgo y reducirlos al máximo en nuestras jornadas de vida. Sabemos que nadie está a salvo de sufrir algo inesperado, pero si depende de nosotros reducir al máximo esa probabilidad, el llamado es a intentarlo.