Cualquier incentivo al empleo es bueno, considerando que siempre es complejo conseguir trabajo, en todo rubro. Más, considerando que la pandemia golpeó las economías del mundo y del país, las cuales aun están en proceso de recuperación. Por ello, el Estado debe asumir la tarea de generar plataformas para que las personas puedan abrir más oportunidades de desarrollo laboral y el Subsidio al Empleo Joven, al parecer, muestra utilidad, bajo la realidad de Biobío.

Lo anterior, teniendo presente, por ejemplo, que, según el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), en el Biobío son más de 11 mil hombres y mujeres que se benefician con este incentivo, destinado a jóvenes de 18 años a 24 años con 11 meses, que pertenezcan al 40% más vulnerable de la población y que se encuentre desarrollando labores de manera dependiente o independiente.

En detalle, Sence informó que la inversión total de 2024 en la Región del Biobío ha alcanzado los $727.413.626 hasta julio, representando un notable 30% del presupuesto global nacional para este subsidio.

En términos de género, los datos entregados muestran que de las personas beneficiadas el 52% son hombres y el 48% son mujeres. Así también, se destacó a Los Ángeles como la comuna con mayor participación en el programa, con más de mil beneficiarias y beneficiarios; le sigue Concepción, Talcahuano y San Pedro de la Paz.

Al respecto, el director regional del Sence, Daniel Jana, aseveró que “el SEJ sigue demostrando ser una herramienta clave para mejorar las condiciones laborales y económicas de los jóvenes en la Región del Biobío. (…) Hasta la fecha, el programa ha alcanzado a 11.621 jóvenes en la región, distribuidos en 5.572 mujeres y 6.049 hombres”. Ahora, según el director nacional de Injuv, Juan Pablo Duhalde, “un 42% de los jóvenes de la Región del Biobío está trabajando entre 1 a 30 horas, un 21% de la población joven trabaja 45 horas y un 15% entre 31 y 44 horas”.

Por lo descrito y en base a las cifras que entrega el Gobierno, la implementación de este tipo de medidas no solo ayuda a la recuperación del empleo, sino que también impulsa la economía local y también impacta en un segmento de edad en que el acceso a espacios laborales es más complejo, dado el factor de la experiencia.