De ahí la importancia de que haya prioridad en restablecer lo antes posible la normalidad en escuelas, liceos y jardines. Al final de los balances son los niños, niñas y adolescentes quienes necesitan de estos espacios para su desarrollo.
Al igual que en otras catástrofes vividas en el Biobío, los establecimientos educacionales son parte de la infraestructura dañada. La Seremi de Educación tiene registrados, hasta el momento, un total de 209 de estos recintos con daños de diversa índole producto del sistema frontal que afecta a la zona, y que durante el jueves significó nuevas inundaciones, especialmente en la comuna de Curanilahue.
Se trata de 200 escuelas y liceos, 9 jardines infantiles los que se han visto afectados por los temporales.
De las 33 comunas de la Región del Biobío, han sido 27 las que han reportado daños en este tipo de inmuebles educacionales. Además, actualmente existen 12 recintos educativos habilitados como albergues, en los que se está ofreciendo alimentación de la Junaeb.
Una situación dramática es la que se vive en el Liceo Politécnico de Curanilahue, desde donde Lorna Palma, su directora, especificó que los daños han sido millonarios ya que han perdido computadores, junto con material de los talleres de mecánica y forestal, especialidades que se imparten en el establecimiento técnico profesional.
Este liceo tiene una matrícula de 289 alumnos de los cuales 142 han sufrido la inundación de sus viviendas también. “Atendemos a estudiantes con un índice de vulnerabilidad escolar de un 98%”, comentó la directora y agregó que de ahí también viene la urgencia por recuperar luego al establecimiento, ya que las raciones de Junaeb son muy necesarias para los estudiantes.
Con apoyo de funcionarios de la Armada y maquinarias de forestales, la jornada de este jueves estaba planificada para terminar de limpiar y comenzar a sanitizar, pero el barro nuevamente ingresó en 80 centímetros a eso del mediodía, según da cuenta el relato de Palma.
“Nosotros teníamos toda la fe y la esperanza de volver con normalidad a clases el 8, el jueves en la mañana teníamos todo bien, pero ahora se nos truncó todo”.
Este recinto de Curanilahue es el reflejo de la situación de los recintos en la zona que incorporan la lista de los inmuebles dañados por las inundaciones.
De ahí la importancia de que haya prioridad en restablecer lo antes posible la normalidad en escuelas, liceos y jardínes. Al final de los balances son los niños, niñas y adolescentes quienes necesitan de estos espacios para su desarrollo.