La situación de la apicultura regional es un buen ejemplo de cuando los gremios toman una postura proactiva ante las condiciones de la naturaleza, o de cualquier tipo de contingencia.
Santa Bárbara de manera permanente se ha encargado de representar a la Región del Biobío tanto a nivel país como en el extranjero, a través del mercado de la apicultura. No por nada se le conoce como la “Capital Nacional de la Miel”.
Durante los últimos años este sector terminó duramente afectado tras la pandemia, y luego los incendios forestales de inicios de 2023.
Fue precisamente ese evento el que dejó una serie de acciones de prevención dentro de los productores, cuestión que se puso en práctica – y con buenos resultados- en las inundaciones del año pasado.
Ahora, eso se repitió. Según comentaron estos productores de dicho superalimento, específicamente en Santa Bárbara y Yumbel, el frente meteorológico no afectó a estas pequeñas criaturas y la producción de miel no se vio perjudicada.
“La afectación fue muy baja”, manifestó Misael Cuevas, apicultor y presidente de la Federación Red Apícola Nacional de Chile F.G., quien, en vista de las altas precipitaciones que se registraron durante la semana pasada en la Región del Biobío, aseguró que la situación en el rubro no fue grave y que, previo al sistema frontal, se les comunicó a los productores de miel algunas medidas necesarias para proteger tanto las abejas como la producción durante el evento meteorológico.
“Los daños fueron escasos. En los encuentros con organizaciones locales entregamos consejos tales como la reubicación de los apiarios hacia áreas de bajo riesgo, además de asegurar y proteger las colmenas, especialmente sus techos y la firmeza de los banquillos en donde se afirman”.
Eso sí, Leonardo Guíñez, apicultor en Santa Bárbara mostró su preocupación por el estado al interior de las colmenas y aseguró que pronto verificará en profundidad la nutrición de sus abejas. “Estamos esperando que mejoren las condiciones climáticas para la realización de un detallado sondeo para verificar la cantidad de alimento con que cuentan las abejas actualmente, nutrirlas correctamente y moverlas a zonas un poco más cálidas para capear los climas más duros”.
La situación de la apicultura regional es un buen ejemplo de cuando los gremios toman una postura proactiva ante las condiciones de la naturaleza, o de cualquier tipo de contingencia.
El escenario actual de la miel regional da un buen aliento para la economía local.