La emergencia vivida recientemente en la Región debe servir para tomar acciones de forma preventiva en los casos y situaciones que ello sea posible.
La lluvia ha dado un pequeño respiro en la Región, tras un sistema frontal de los más intensos que se recuerden en los últimos años, e incluso décadas, en Biobío. Las precipitaciones y fuertes vientos casi no pararon desde el lunes hasta el viernes, dejando importantes consecuencias a todo nivel.
Personas damnificadas, derrumbes en algunos terrenos, y sobre todo calles y viviendas colapsadas por el agua fueron algunas de las consecuencias más visibles de la situación climática, que dejó sus principales daños en localidades como Curanilahue. Y si bien hay situaciones que es imposible anticipar con precisión, sí se pueden tomar varias acciones que ayuden a la ciudadanía, más aún considerando que, de acuerdo a los informes metereológicos, viene un nuevo sistema frontal a partir de este lunes, que no debería ser tan intenso como el recién vivido.
Se debe realizar una revisión de los sectores más críticos, con el fin de, por ejemplo, tratar de evitar nuevas remociones de tierra en las zonas donde ya se produjeron eventos de este tipo. Además, realizar labores de limpieza de las caídas de agua en todas las calles donde exista este mecanismo, en la mayoría de las comunas a nivel regional, sin dudas es una ayuda para afrontar de mejor manera un sistema frontal.
Otra medida que puede ser importante es el adelantamiento de las vacaciones de invierno en los colegios. En buena parte de los recintos su inicio está fijado para el miércoles, considerando que el jueves próximo es feriado, y por ello varias autoridades hicieron un llamado para que comiencen desde el lunes, lo que obviamente permite una gran descongestión vehicular.
Más allá de la prevención que pueda realizarse, lo cierto es que se debe hacer un trabajo de proyección mayor, considerando que todavía ni siquiera se llega al invierno. Hay aspectos donde la naturaleza manda y es imposible realizar acciones de anticipación, pero hay otros donde una labor conjunta entre las autoridades y los organismos expertos sin dudas pueden ser de gran aporte para apaciguar posibles consecuencias de precipitaciones intensas.
Es necesario que se piense en estrategias a corto y mediano plazo, que permitan responder de forma más efectiva a la ciudadanía cuando se produzcan nuevas emergencias climáticas a futuro.