El patrimonio no son sólo museos, edificios o lugares tangibles, materiales. También hay tradiciones orales, oficios y otro tipo de expresiones que es muy necesario cuidar.
Como es habitual, una gran cartelera se programó para ayer y hoy como parte de una nueva conmemoración del Día de los Patrimonios. Una efeméride que busca poner en valor y de forma accesible a la comunidad lugares y sitios con historia, pero que en los últimos años también ha mostrado que se pueden encontrar cosas que mostrar, con historia o un valor especial, en la gran mayoría de los lugares, no sólo en museos o sitios más especializados.
Es cierto que hay temas que sólo toman protagonismo a partir de un acontecimiento específico o por una fecha donde son destacados. El patrimonio sin dudas cabe en esa categoría, pues si bien hay organismos especializados, no es un área donde exista un trabajo permanente por preservarlo, en especial en lo que se refiere a sitios o lugares que necesitan de recursos para mantenerse en pie o ser conservados como corresponde.
Sin dudas, la visibilización del patrimonio es muy importante, y en esa línea también es clave que se entreguen recursos para que se avance en temas de restauración y conservación de bienes son importantes de mantener por su valor histórico, social y cultural. En ese sentido, hay un dato relevante:la normativa que rige actualmente data de 1970 y fue originada bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Desde ese entonces se han hecho ciertos cambios en el articulado y sobre todo en aspectos como los daños al patrimonio, en relación a multas esencialmente, pero nada de fondo que apunte al tema del financiamiento, de tener posibilidades de acceder a presupuesto que permitan trabajar en el cuidado del patrimonio nacional o asignaciones permanentes, pues mantener inmuebles antiguos a veces requiere de sumas muy altas para un particular.
Y junto con preservar espacios materiales, dentro del patrimonio también es fundamental cuidar las expresiones inmateriales, muchas de las cuales dependen del traspaso oral o de alguna alternativa más académica, de talleres o clases. Por ello, iniciativas como la Red de Artesanía Patrimonial del Biobío, que hace una década trabaja con cultores de diferentes creaciones y oficios, son un gran ejemplo en ese sentido, y de cómo la unión de instituciones estatales y universitarias, sumado al empuje e interés de la propia comunidad, pueden conseguir importantes avances en la visibilización y proyección del patrimonio e identidad regional.