Por lo visto, la presencia del Gobierno Central es clave para despejar caminos. ¿Eso es positivo u otro negativo de este conflicto?
Millones de dólares en pérdidas, cargas con retraso, trabajadores sin recibir ingresos y varios otros puntos más en la sumatoria de la afectación dejó el paro de 56 días en Puerto Coronel. Si bien hoy existe hay satisfacción porque se entró en la cancha de un acuerdo, durante los últimas abundaba la negatividad sobre lo que acontecía con esta paralización. Negativismo que solo pudo ser revertido, al parecer, con la presencia del ministro de Transportes, Juan Cargos Muñoz, quien desde Santiago trajo la solución al conflicto y así fue valorado.
“Fueron tres semanas sin conversar. O sea, sin que se vislumbrara un espacio para que este problema pudiese cerrar. Entonces estar hoy día, cerrando con un conflicto que lograba los dos objetivos que nos producimos. Por un lado, que las partes conversaran y, lo segundo, cerramos este lunes una paralización de una empresa que hoy logra volver a ofrecer trabajo, para ser el puerto más importante de esta Región”, dijo el ministro en entrevista con Diario Concepción.
Sobre la receta que aplicó para destrabar la compleja situación, Muñoz señaló que “vinimos aquí con dos propósitos. Uno era que el puerto pudiese volver a operar y para eso era clave, primero que nada, sentarse a conversar, que eran dos cosas que nos estaban ocurriendo. Entonces el objetivo era cómo logramos que el puerto volviera a operar. Vinimos el viernes y nos entrevistamos con cada uno de los actores. Aparte de miles de conversaciones con distintos tipos de personas periféricas que están en todos los conflictos y al conversar con las dos con las dos partes observamos que había mucha voluntad de que el puerto volviera a operar”.
Finalmente destacó que “todo era complejo y por eso yo creo que el día de ayer (lunes) tuvimos una discusión muy conciliadora respecto de las expectativas de lo que esta mediación podía generar. Pero finalmente todo resultó muy bien. Dentro del día pudimos sentar las partes a conversar que no lo estaban haciendo y firmar un acuerdo para que el puerto vuelva o pueda volver a operar”. Efectivamente, el secretario de Estado hizo la tarea y se fue a Santiago con la labor cumplida. No era fácil abrir el camino, las puertas de ambas partes estaban cerradas y con varios días sin acercamientos. Pero, todo llegó a un final feliz.
Al parecer, atrás quedaron las pérdidas por el paro y la sensación que también queda es que, tal como ha ocurrido en situaciones pasadas, desde regiones, por lo visto, la presencia del Gobierno Central es clave para despejar caminos. ¿Eso es positivo u otro negativo de este conflicto?