Biobío todavía necesita de más inversión y su suelo, por su esencial característica agroindustrial y alimentaria, necesita seguir recibiendo apoyo.

Poco más de un año ha transcurrido de la catástrofe por los incendios forestales en el Biobío. Tiempo que ha servido para prepararnos y evitar que lo ocurrido se repita y, al parecer, hasta ahora, lo estamos logrando. Eso ya es una gran noticia, aunque no debemos dejar de ser precavidos, las altas temperaturas continuarán hasta entrado el otoño.

Otra buena noticia es la reconstrucción de viviendas y otras edificaciones, que también han avanzado.
También, aparece en ese mismo contexto la recuperación de los suelos.

De acuerdo con información publicada por Diario Concepción, 2 mil 165 hectáreas dedicadas al trabajo agrícola en la Región del Biobío, que resultaron quemadas tras los incendios de febrero de 2023, están en proceso de recuperación a través de distintos programas impulsados por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap).

En específico, Indap ha desplegado diversas iniciativas de recuperación agrícola tras los siniestros, como el Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), llegando a 668 usuarios en 24 comunas de la Región.

“Junto con la entrega de alimentación animal e incentivos de rehabilitación productiva para las y los campesinos afectados por los incendios forestales de 2023, desde Indap también apoyamos a nuestros usuarios mediante programas regulares como el de Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios”, sostuvo a Diario Concepción, Marcela Rodríguez, jefa de Fomento Indap Biobío.

Lo anterior, también se suma a la reforestación con bosque nativo que lleva a cabo Conaf. La Corporación Nacional Forestal (Conaf), durante el 2023, ha plantado en la Región del Biobío 544 hectáreas de bosque nativos en suelos que fueron afectados por los incendios forestales del año pasado y en territorios donde ha surgido la necesidad de las comunidades de contar con plantaciones nativas. Esto a través de los programas Siembra por Chile y Más Bosques. A lo último, además, se suma, para el 2024, la implementación de un nuevo programa denominado Programa de Recuperación y Restauración Forestal para la Prevención de Incendios Paisajes Resilientes, contemplado para 1.100 hectáreas en el Biobío. Aun falta por recuperar, pero, por los datos entregados, se puede inferir que hay avances. Lo importante es que ello no se detenga. Biobío todavía necesita de más inversión y su suelo, por su esencial característica agroindustrial y alimentaria, necesita seguir recibiendo apoyo.