El Barrio Chino es una verdadera institución turística de Penco, donde sus comerciantes necesitan garantías totales para ponerse de pie luego de las conocidas consecuencias en contra producto de la pandemia.
El sector costero del Biobío tiene su momento de auge durante el verano. Son miles los visitantes que llegan a la costa a pasar el tiempo en playas y caletas. Un instante del calendario donde quienes viven del turismo y la gastronomía sacan provecho total.
Sin embargo, un problema no menor es el que se instaló en Lirquén. Vecinos y comerciantes del Barrio Chino afirman que hace más de diez años viven un complejo escenario de contaminación: materia fecal presente en la playa, ratas, basura, y malos olores en su sector de ventas, según como denuncian los mismos comerciantes, por la presencia de la Planta Elevadora de Residuos Sanitarios ubicada en plena plaza del sector y a metros de los locales de comida.
Esta situación atrae menos turistas al no tener una playa apta para el baño y por lo tanto, afecta su economía. Es por ello, que los locatarios han hecho un llamado a visibilizar el impacto negativo en el que ha derivado tener como vecino a esta depuradora de aguas residuales.
Así lo menciona Irma Díaz, vendedora en el polo gastronómico. “Este año nuevamente la playa de Lirquén está cerrada para el turista y eso nos lleva a una baja en el negocio y ya tenemos un 50% menos de ventas en cada restorán”.
También, Marcela Saavedra, perteneciente a la directiva del gremio gastronómico turístico del sector denunció que “esa planta una o dos veces a la semana se rebalsa. El río que está contaminado no sabemos si solamente es por la planta elevadora o también habrán casas que están botando sus desechos”.
“No queríamos presentar denuncias porque temíamos que pudieran clausurarnos por considerar nuestro territorio insalubre, pero ya no podemos esperar más”, añadió la dirigenta.
“Estamos dispuestos a sacrificarnos por un futuro prometedor y estamos dispuestos a denunciar y buscar soluciones concretas, no soluciones temporales”, agregó.
Los antecedentes están en poder de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, mientras que Essbio aseguró que “la planta elevadora de aguas servidas opera con total normalidad”.
Por el mérito de todo lo anterior es necesario encontrar una solución. Pues el Barrio Chino es una verdadera institución turística de Penco, donde sus comerciantes necesitan garantías totales para ponerse de pie luego de las conocidas consecuencias en contra producto de la pandemia.