La investigación científica para una pesca sustentable

Es clave que la Región del Biobío tome un papel protagónico como una de las principales pesquerías del país, ya que, además, representa a una amplia cantidad de trabajadores vinculados a esta actividad.

Lo fundamental del proyecto es que la investigación científica está en el centro para la toma de decisiones de administración y también en el centro para los criterios de distribución que hace la propia ley. Ahí es donde la brecha era más significativa, porque uno encontraba, en la ley vigente, formas de distribución que se alejaban, y en algunas zonas se alejaban bastante, de criterios científico-técnicos”, señaló el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, en conversación con Diario Concepción, respecto de uno de los ejes del proyecto de Nueva Ley de Pesca que presentó el Gobierno y que será ingresado, para su discusión, en el Congreso.

Los principales objetivos, que van de la mano con la investigación científico-técnica, son restablecer las confianzas en las instituciones, junto con generar una mayor certeza en la actividad económica pesquera donde se propone una nueva regulación que busca dar mayor transparencia; garantizar una distribución más justa y equitativa de los recursos que posibilite el crecimiento; y el desarrollo de una actividad pesquera ambiental y económicamente sostenible.

“En todo el país, no sólo en la Región del Biobío, se produce una mirada a la distribución de los recursos con criterios científico-técnicos y la consecuencia de eso es que se incrementa el fraccionamiento artesanal en varias pesquerías. Entonces, eso es significativo a lo largo del país y también es importante en la Región del Biobío”, agregó el subsecretario.

La investigación científica para establecer la extracción y distribución de los recursos marítimos, más allá de la discusión de este proyecto de ley, es un paso significativo en la actividad de la pesca en el país, tanto en el sector industrial, como en el artesanal. Con este punto de la iniciativa de norma se incrementa el fraccionamiento artesanal en varias pesquerías y aleja la posibilidad de que las autoridades tomen decisiones de la de forma arbitraria o la injerencia de intereses particulares, junto con fomentar una pesca sustentable.

En base a este punto, los principales resquemores de la iniciativa surgen del sector industrial de la pesca. Sobre aquello, Salas señaló que “es una ley que va a promover el consumo humano, no afecte de ninguna forma el empleo en el sector de la industria. Hemos sido cuidadosos en ese sentido, en ver cuál es la actividad efectiva que está realizando la industria y, por lo tanto, tener distribución de las cuotas de pescas, asociadas fundamentalmente a criterios científico-técnico”.

Ahora, el proyecto será ingresado al Congreso para iniciar su tramitación. En este aspecto, es clave que la Región del Biobío tome un papel protagónico como una de las principales pesquerías del país, ya que, además, representa a una amplia cantidad de trabajadores vinculados a esta actividad.