Apertura al tránsito de la Costanera Concepción-Chiguayante

Las obras ya presentan un 99% de avance, por lo que se espera que antes que termine el año esté habilitado para el uso de los automovilistas.

La conectividad en el Gran Concepción y en la Región en general es un tema que siempre busca soluciones. Por eso, el anuncio que la Costanera Concepción- Chiguayante presenta un 99% de avance en sus obras, y que podrá estar a disposición de los usuarios la última semana de diciembre, sin dudas que es una excelente noticia.

Hugo Cautivo, seremi de Obras Públicas, detalló que “esperamos precisamente que en los próximos días ya, definitivamente, se pueda entregar al punto de vista operativo la Costanera Concepción-Chiguayante, en su segunda etapa, al uso de los usuarios”. En la ruta, que abarca desde calle Esmeralda hasta el cruce en Lonco, continúan aún las labores relativas a los últimos detalles, como trabajos de paisajismo, conexiones eléctricas y semaforización.

Cautivo señaló además que “estamos tratando de acelerar los procesos de estas últimas etapas de obras menores que quedan pendientes en costanera. Hay trámites que son parte de la etapa final de la ejecución de una obra de esta envergadura que tienen que realizarse. Debe existir una etapa de recepción de obras, en las cuales pueden surgir observaciones que nosotros tenemos que subsanar”.

La ruta, que implicó una inversión de más de $16 mil 433 millones, ayudará a descongestionar la saturada vía 8 Oriente, e igualmente se espera que tenga un efecto positivo en el camino a Chiguayante, donde también circula la locomoción colectiva.

Ojalá que efectivamente la apertura de esta costanera traiga beneficios en el tránsito para quienes se movilizan diariamente entre Concepción y Chiguayante. En la mayoría de las comunas del Gran Concepción los proyectos inmobiliarios siguen apareciendo, con las consiguientes consecuencias que traen una vez que esos edificios o espacios domiciliarios son habilitados.

Dar una solución definitiva al tema de los tacos y la congestión vehicular ciertamente resulta imposible a corto o mediano plazo, pero lo cierto es que generar alternativas de desplazamiento es un avance en ese sentido. En la misma línea, se debe aprovechar el tiempo entre diciembre y febrero, cuando el flujo disminuye de forma importante, para acelerar o comenzar trabajos que pueden implicar mayores atochamientos si se realizan desde marzo en adelante.