Un ejemplo del aprendizaje cívico

18 de Diciembre 2023 | Publicado por: Editorial Diario Concepción
Fotografía: Raphael Sierra

Lo que importa es que Chile decide y lo hace bajo un mecanismo impecable e internalizado en su quehacer democrático.

Más allá del resultado del Plebiscito, donde una mayoría optó por rechazar la segunda Propuesta Constitucional, lo que se vivió este domingo fue una vez más un ejemplo de civilidad.

Se trató de un proceso electoral sin sobresaltos, donde miles de chilenos acudieron a votar y la noticia que marcó la jornada fue esa: cómo ciudadanos y ciudadanas acudían a sufragar y luego, al cierre de mesas, un conteo tranquilo, menos tenso que en otras ocasiones y cuyos resultados finales se conocieron antes de las 21:00 horas.

Un ejemplo.

Más de 12,5 millones de personas dejaron su huella en las urnas de un total de 15,4 millones de electores. Más del 80% del padrón del país.

Otro ejemplo. Más allá de que el voto era obligatorio, se hablaba antes de la elección de una fatiga electoral, pero lo cierto es que, pese a que votaron menos personas que en la elección de la primera propuesta -4 de septiembre de 2023, llegó al 85%-, la participación también fue alta.

Sin embargo, un hecho a destacar es lo que pasó con los votos nulos y blancos.

En la jornada de este domingo 17 de diciembre el porcentaje de la suma de ambos casi llega al 5% en todo el país. Un porcentaje bajo si comparamos, por ejemplo, con la elección de los consejeros constitucionales realizada en mayo pasado, donde los blancos y nulos superaron en 20%.

Sin embargo, si observamos el proceso electoral de septiembre del año pasado, Plebiscito de Salida, que apenas se elevó por sobre el 2%, el cinco por ciento del último ejercicio democrático lo dobla.

Sin duda, tras los resultados obtenidos, quedará mucho por concluir. De partida, Chile sigue bajo la vigencia de la Constitución de 1980 y ha rechazado dos textos propuestos.

Lo que también queda es el aprendizaje, tras una decena de procesos vividos desde 2020 en adelante, y con una pandemia de por medio, muchas/os jóvenes tienen una experiencia valiosísima del sentido de la participación electoral. Lo que importa es que Chile decide y lo hace bajo un mecanismo impecable e internalizado en su quehacer democrático.