Huachipato y un título que es un triunfo para las regiones

Hace 22 años que un equipo fuera de provincia no era campeón de Primera en un torneo largo. Huachipato demostró que, más allá de los presupuestos, se puede competir.

El pasado viernes, Huachipato levantó su tercera copa como campeón de Primera División. Un triunfo que llegó de una forma un tanto impensada, aprovechando la caída de Cobresal ante Unión Española. Los acereros hicieron su tarea, vencieron a Audax Italiano y se transformaron en el primer monarca de regiones, en torneos largos, en 22 años, pues el previo fue Wanderers en 2001.

Puede que no guste el modelo o la forma de administrar que tiene el equipo desde la llegada de su sociedad anónima, grupo que ayer anunció que dará un paso al costado de cara a la temporada 2024. Pero los números son incuestionables, pues Huachipato ha vendido una gran cantidad de jugadores y deportivamente igual ha cumplido con sus objetivos en la mayor parte de sus campañas, que es clasificar a un torneo internacional. Ello solamente parecía torcerse en 2021, cuando el elenco acerero descendió en cancha, pero un castigo a Melipilla le permitió disputar la promoción contra Copiapó, serie que ganó y pudo quedarse en la máxima categoría para la temporada 2022.

En una campaña donde no sumó grandes refuerzos, Huachipato sí contó con elementos claves para tener éxito en cualquier actividad: un técnico, una cabeza clara al mando, con convicciones que transmitió de gran forma a sus dirigidos; una unión a toda prueba entre todos los estamentos y convicción siempre, más allá que en la última parte tuvo algunos tropiezos que no le permitieron depender de sí mismo para ser campeón en la última fecha.

El logro acerero también puede considerarse como un triunfo de las regiones. Tal como pasa en otros ámbitos de la vida y la sociedad, luchar contra los poderosos equipos de Santiago, que superan en presupuesto a los de provincias, asoma como algo casi imposible, muy complicado de lograr. De hecho, previo al título de Huachipato los diez previos se los repartieron entre Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile.

Sin dudas, es complicado que Huachipato pueda mantener su plantel de cara a la próxima temporada. Pero quienes lleguen a controlar al club tienen la obligación de conformar un plantel competitivo, pensando en el torneo nacional y en la Copa Libertadores. Y sobre todo, en mantener ese espíritu luchador del club. No por nada ganó dos títulos en los últimos 11 años, lo que no es poco.