Fiscalización necesaria al transporte público

Sin embargo, en el rubro del transporte público, tal vez, se hace necesario que dicho control se extienda a la obligación de las empresas de efectuar sus propias inspecciones.

Un anuncio local que atenúa la preocupación respecto del eventual consumo de drogas en el transporte público. Lo anterior, luego de que según información entregada por el Servicio Nacional para la Prevención del Consumo y Rehabilitación de Drogas y Alcohol (Senda), junto a la seremi de Transportes, sobre el resultado de una fiscalización a conductores de taxibuses del Gran Concepción, arrojó que 2 de ellos marcaron positivo al aplicárseles el “narcotest”. Además, se considera que tampoco los directivos de líneas de taxibuses aplican dicho procedimiento a sus conductores, según publicó Diario Concepción hace pocos días, debido a que no existe una normativa que lo exija.

“Vamos a seguir desarrollando operativos de este tipo porque efectivamente tenemos que darle seguridad a las personas. Y también a través de estas acciones se previene, porque muchos conductores que les tomamos alcotest, no decían gracias por esto, porque finalmente estamos estigmatizados”, señaló a Diario Concepción, el director regional del Senda, Bayron Martínez.

El representante del Senda agregó que este trabajo dirigido puntualmente al sector del transporte público de pasajeros obedece también a la labor conjunta con el ministerio del ramo con el que existe un acuerdo para concretar estos controles de detención de alcohol y drogas.

“Lo que nos interesa por sobre todas las cosas es seguir desarrollando estas acciones y por qué en el transporte público, porque han existido problemas a nivel nacional donde se han visto conductores involucrados, a propósito algunos accidentes de alta connotación, se ha puesto en duda – nosotros no podemos dar fe de aquello- las capacidades o las condiciones en las que los choferes conducen y específicamente hay un acuerdo con el ministerio de Transporte desde marzo de este año de poder hacer específicamente controles de narcotest y de alcotest a conductores de la locomoción colectiva en general”, aclaró el mismo Martínez.

Toda fiscalización, en cualquier rubro, resulta positiva si es para mejorar los estándares de procedimiento o laborales. Sin embargo, en el rubro del transporte público, tal vez, se hace necesario que dicho control se extienda a la obligación de las empresas de efectuar sus propias inspecciones.

En esto, dada la relevancia de transportar a miles de personas por día, es imprescindible que los controles sean obligatorios. Se valora que haya una fiscalización más frecuente de Senda, pero debe exigirse también a las empresas microbuseras.