Ante cualquier hecho de violencia es importante generar un control en las víctimas, en base a mucha empatía, y considerando en el centro de todo que ésta no puede sentir culpa por lo acontecido.
El cuidado de los estudiantes ya sea en la escuela como en el espacio público siempre ha sido primordial para las comunidades educativas. Esto se complementa con la atención que existe por estos días en el buen trato y salud mental de los jóvenes.
Ahora, y luego que Carabineros confirmó la detención de dos menores de edad quienes habrían sido los protagonistas del asalto, registrado en calle Freire de Concepción, en contra de tres escolares, la evidencia es clara en advertir la necesidad de un protocolo de contención en colegios.
El Dr. Felipe García, académico de la Universidad de Concepción y director del Doctorado Salud Mental de la Facultad Medicina, que realiza un estudio sobre intervenciones tempranas para personas que han sufrido delitos violentos, en cuanto a este caso expuso que “la intervención en crisis es darles acogida y protección, para que se sientan cuidados y vincularlos con personas de sus redes de apoyo significativas y del punto de vista psicológico trabajar con ellos para poder brindarles una sensación de seguridad, ya que la pérdida de ésta es la consecuencia más inmediata”.
A largo plazo se pueden producir algunas consecuencias, la mayoría de las personas no desarrolla ningún trastorno, pero un porcentaje importante entre el 30 o 40% puede desarrollar sintomatología post-traumática o depresiva, detalló el académico.
“Yo creo que los colegios deben tener protocolos de intervención en crisis por situaciones que se pueden dar fuera o dentro del colegio, pero que tienen continuidad con la entrada que sería un abordaje inicial, en general hay equipos de convivencia y también psicológicos que pueden ayudar a hacer esa contención inicial”, afirmó el Dr. García.
En rigor a los profesionales presentes en el establecimiento educacional no les corresponde hacer una intervención más psicoterapéutica, puntualizó García, pero sí saber acoger y evitar alguna intervención negativa como culpabilizar a la personas víctimas de un acto delictual.
“Comentarios como: esto te pasó por andar distraído, te dije que no sacaras el celular. Evitar eso, porque al principio lo que necesita la persona es sentirse en condiciones de acogida y de seguridad”, indicó.
Ante cualquier hecho de violencia es importante generar un control en las víctimas, en base a mucha empatía, y considerando en el centro de todo que ésta no puede sentir culpa por lo acontecido.