Este año se han aprobado 215 mil metros cuadrados para la construcción en la zona, la menor cantidad en 31 años, cuando en ese momento, sólo se aprobaron 178 mil metros cuadrados.
En muchas comunas de la Región es habitual ver que, en cada sitio vacío, se empiece a construir un edificio. En Concepción, el tema se reguló cuando se puso como límite, en el centro de la ciudad, un máximo de 15 pisos para estas construcciones, y en general aunque se hable de que los precios están cada vez más altos y sea muy complicado obtener un crédito hipotecario, la oferta se mantiene amplia.
Sin embargo, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), este 2023, la Región del Biobío presenta la cifra más baja de permisos de edificación, destinados a viviendas, desde 1992. En el detalle del año en curso, se han aprobado 215 mil metros cuadrados para la construcción en la zona, la cantidad más baja en 31 años, cuando en ese momento, sólo se aprobaron 178 mil metros cuadrados.
Un antecedente que también generar preocupación en el mundo de la construcción. Al haber menos obras de envergadura, lógicamente hay riesgos de cesantía y se podrían perder 10 mil puestos de trabajo en el rubro a nivel regional, dada la falta de inversiones en vivienda y el retraso de proyectos de infraestructura.
Juan Ignacio Lathrop, vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción Concepción (CChC), señaló que “no queremos que estos puestos de empleo que se están perdiendo se transformen en informales, porque finalmente las personas igual encontrarán un trabajo, pero sin contrato y sin seguridad social. Por tanto, necesitamos que se mantengan en las empresas constructoras de la Región y que se desarrollen proyectos. Si seguimos en coordinación, evidentemente vamos a poder avanzar en eso”.
El seremi de Hacienda, Sebastián Rivera, hizo énfasis en la agenda pro inversión y el proyecto de Ley de Modernización del Estado, que el Gobierno impulsa en el Congreso y que, entre varias medidas, busca crear una ventanilla única para la tramitación de los permisos sectoriales.
Rivera afirmó que “la idea es acortar los plazos respecto a los proyectos de inversión que tanto impacto tienen, sin bajar el estándar de la normativa socioambiental. Creemos que esto puede contribuir al reimpulso económico pronosticado por el Banco Central para el 2024. La idea es generar este impulso, apoyarlo y estructurarlo. El compromiso es seguir dialogando y enviar las propuestas a nivel central”.