Proactividad y cuidados ante incendios forestales

Se ve una alta postura de proactividad en el conjunto de actores. Una cuestión positiva y valorable, por todas partes.

Los incendios forestales del último verano marcaron un antes y un después en el historial de este tipo de siniestros. Esto por su impacto y alcance en términos de consecuencias, fallecidos, heridos, damnificados, etc.

Por eso no es raro que tanto las instituciones como la población estén tomando cada vez más precauciones en vista de la próxima temporada.

“Los distintos servicios de Conaf se han estado preparando con muchas actividades asociadas a la prevención y coordinación. Muchas veces se visibiliza solamente el trabajo de combate, pero no se visibiliza el trabajo que hay detrás en materias de prevención”, dijo el director regional de Conaf, Rodrigo Jara, a Diario Concepción.

“En cuanto a eso Conaf lo realiza durante todo el año a través de distintos programas y distintas herramientas particularmente en materia de prevención, lo más potente que la Conaf realiza es el trabajo directamente en terreno con juntas de vecinos y con las comunidades bajo el alero de un programa que se llama comunidad preparadas”, agregó Jara, junto con destacar que “este año en particular se han realizado más de 140 actividades en el territorio, este trabajo de comunidades preparadas consiste básicamente en contactar con comunidades rurales, juntas de vecinos en el ámbito rural, al igual que con las zonas de interfaz, las que corresponden a sectores donde las estructuras habitacionales se encuentran aledañas a los sistemas boscosos de nuestra región, a estas comunidades se les entregan herramientas asociadas al conocimiento sobre qué hacer antes, durante y post incendios, así como también a preparar su entorno para disminuir la ocurrencia de incendios y el daño que los incendios puedan generar tanto sobre las viviendas como sobre sus vidas”.

Otro aspecto importante que monitorea y analiza la entidad es que las empresas forestales están avanzando en mejorar los planes de manejo de sus predios y sus plantaciones para construir estructuras de mitigación que corresponden a fajas libres de vegetación y fajas corta combustible.

Por ahora se ve una alta postura de proactividad en el conjunto de actores. Una cuestión positiva y valorable, por todas partes.

Ojalá que esto sea suficiente y más para enfrentar los siniestros, aunque nunca hay que dejar o descuidar esa fuerza propia que tiene la naturaleza, cuando ésta es alterada.