Rellenos ilegales que dañan nuestro ecosistema

Antes de la sanción en contra de quienes atentan contra estos espejos de agua, debe existir conciencia del daño que se genera con los rellenos ilegales. No debe existir reprimenda, para actuar bien.

La Seremi de Medio Ambiente confirmó que hacen esfuerzos, tanto en fiscalización como en denuncias judiciales, para evitar que sigan apareciendo rellenos ilegales en humedales declarados en el Biobío. “Los humedales son ecosistemas que entregan beneficios y servicios fundamentales para toda la vida sobre la Tierra. Proveen agua dulce, alimentos y recursos; controlan las crecidas, representan la recarga de aguas subterráneas y son el hogar permanente o de paso, de muchas especies de flora y fauna. La mitad de los humedales en el mundo han sido destruidos, pero la buena noticia es que hoy existen muchas personas y organizaciones que están trabajando por mantenerlos y recuperarlos”, detalla el Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022.

En cuanto al daño detectado en el Gran Concepción, el seremi del ramo, Óscar Reicher, entrega como ejemplo de afectación a los humedales Vasco da Gama (Hualpén) y Los Batros (San Pedro de la Paz).

“Los rellenos ilegales que se producen, por ejemplo, en el humedal Vasco da Gama y Los Batros, donde hay diversas aristas que se están desarrollando tanto en lo administrativo como en la búsqueda de una intervención judicial para paralizar esos rellenos que se están efectuando”, destaca a Diario Concepción el seremi Reicher.

“Hay procesos sancionatorios por parte de la Superintendencia de Medio Ambiente y la Seremi de Salud para aplicar las sanciones correspondientes. Y también en algunos lugares como Arauco donde se producen casos de animales que se posan en los humedales y afecta de alguna manera al ecosistema”, agregó.

Sin embargo, el gran problema surge porque la Seremi de Medio Ambiente no tiene facultades fiscalizadoras, sino que solo puede realizar las derivaciones correspondientes a los órganos competentes, que pueden ser persecutoras. Entre otras, la Seremi de Salud o la Superintendencia de Medio Ambiente.

Lo anterior, sin duda, es una limitante para la autoridad regional, que, si no tiene capacidad fiscalizadora, menos cuenta con herramientas sancionatorias.

En todo caso, lo primero, antes de la sanción en contra de quienes atentan contra estos espejos de agua, es que exista conciencia del daño que se genera con los rellenos ilegales. No tiene que existir reprimenda, para actuar bien.