El proyecto le haría muy bien a Lenga. Pues la caleta ha tratado de levantarse tras la pandemia y en los últimos meses el cambio se nota: un sábado o domingo hoy significa un lleno total.
Durante el último tiempo es llamativo cómo se ha incrementado la publicación de licitaciones para el mejoramiento del espacio público en las ciudades. Esto no quiere decir que antes no se hiciera, pero sí genera la sensación de que actualmente hay una ola de procesos de estas características en un tramo acotado de tiempo.
Caleta Lenga es uno de los sitios más famosos para hacer turismo en la Provincia de Concepción. Su gastronomía portuaria y cercanía con la urbe penquista fomenta la visita de personas de todo el Biobío y alrededores. Sin embargo, durante mucho tiempo la principal vía terrestre de entrada al sector se ha visto abandonada por el desarrollo urbano y la planificación municipal.
El estado del camino a Lenga, parte oeste de la avenida Las Golondrinas, no es el óptimo, y aparte de las ‘picaduras’ del pavimento, la iluminación también presenta deficiencias. Debido a la situación, la Municipalidad de Hualpén a través de la plataforma Mercado Público, abrió una licitación para iluminación vial en la ruta que conecta Lenga con la comuna.
Se trata de una inversión de más de $68 millones que contempla la implementación de ochenta y cuatro luminarias a un costado del camino principal hacia la caleta.
Las reacciones, desde el sector gastronómico que caracteriza a esta caleta, fueron inmediatas. Uno de los trabajadores de La Barca, Sergio Hinojosa, precisó que la iniciativa “es una buena noticia, no solo para nosotros como locatarios de la caleta, también para los turistas. Junto a ellos nos hemos visto afectados con el aumento de la delincuencia. Los ‘amigos de lo ajeno’ prefieren la oscuridad para trabajar”.
“Esperamos que eso se replique también en arreglar el camino. Desde que tengo memoria esta malo para venir. Si ahí se viera mejora sería mejor que las luminarias (…) Sería más atractivo turísticamente hablando, así la gente no tendría miedo de acercarse acá sabiendo que en la noche el camino es muy oscuro, donde los autos para venir deben ir con luces altas, y se genera un conflicto entre ellos mismos”, agregó Hinojosa.
El proyecto le haría muy bien a Lenga al concretarse. Pues la caleta ha tratado de levantarse tras la pandemia y en los últimos meses el cambio se nota: un sábado o domingo hoy significa un lleno total.
Con las nuevas condiciones esto debería atraer mucho más a los visitantes, y como manda la regla, con ello el efecto inmediato sería un repunte importante para el turismo y gastronomía local.